POR LUIS GARCÍA OLIVO
FOTOS: JORGE BARRERA
ENVIADOS ESPECIALES

ARLINGTON, TEXAS.-Del dulce sabor de la victoria a lo amargo del empate en un abrir y cerrar de ojos.

O mejor dicho, de la intensidad a la desconcentración, México fue incapaz de controlar al enemigo durante todo el partido y en tal solo cuatro minutos le empataron un partido que tenía en la bolsa para llegar con un muy buen antecendente frente a Estados Unidos el 10 de octubre por el pase a la Confederaciones.

Agüero y Messi le quitaron la risa a los mexicanos en poco tiempo y con demasiada facilidad, mientras que al Tricolor le costó trabajo perpetrar, hacer daño y anidar en par de ocasiones mediante Javier Hernández y Héctor Herrera, que de haber metido todas las oportunidades, el Tricolor hasta se hubiera dado un festín.

Sin embargo, esto no fuje así, con las uñas y pidiendo la hora, México una vez más enseñó que ganarle a Argentina será imposible, pues así ha sido en varias ocasiones y hoy no falló a esa costumbre. Dura labor la que tendrá el “Tuca” de aquí a octubre, pues trabajará a nivel defensico y todas las facilidades que otorgan, a lo ofensivo con las demasiadas que fallan, pero principalmente en la concentración porque los partidos duran noventa minutos.

EL JUEGO

Tal cual como lo adelantó el “Tuca”, México no inició con las manos en los bolsillos, sin miedos o mucho menos fantasmas contra otro de sus “cocos” que lo hizo sufir las penas más amargas como lo fue en el 2006 o 2010, para nada de esto. El Tricolor le compitió a la grandeza pampera.

Aunque acarrearan deslices, como a temprana hora en los pies del Chicharo que no supo controlar su intensidad y perdió la batalla contra Nahuel Guzmán en las primeras aproximaciones.

Sin desbocarse por completo, Argentina también mostró su hambre y vocación de ir al frente, Messi se abrió paso por la pradera izquierda y Tevez no la concluyó en gol, en donde la pelota pasó cerca de Moi Muñoz. La respuesta llegó de inmediato, “Piloto” Jiménez prendió las turbinas, desparramó a Roncaglia y Demichelis para pasar Ha guardado, pero éste proyectó un perfecto gol de campo en el lleno de la casa de los Vaqueros.

Enseguida y en un ir y venir que hizo más atractiva la contienda, Otamendi derribó a Raúl Jiménez, quien de inmediato se levantó y pidió el balón para cobrar el penalti, pero el Chicharo la reclamó, la tomó y postró en los once pasos para mandar a guardar con potente derechazo, balsamo de confianza que sirvió un poco para controlar su intensidad.

Con el golpe dado, Argentina se animó más y Ángel Correa por poco hizo de las suyas, Messi continuó con tiro desviado, Marcos Rojo perdonó en error defensivo y Tevez disparó a las manos de Moi, éste fue el tiempo de los chés, pero en ninguno momento pudieron perpetrar a un Muñoz que se fue vistiendo de héroe conforme avanzó el partido, es más Banega prosiguió y nuevamente Correa falló ante la astucia del guardameta mexicano.

A las regaderas con el 1-0 a favor de los mexicanos, quienes le sacaban provecho al enorme conocimiento del 5-3-2, aquel en donde reculó por varios partidos Miguel Herrera, pero hoy como primero al mando, Ricardo Ferretti, quien se olvidó de lo “molero” que representaban sus comentarios para disfrutar la delicia de enfrentar a Argentina.

Al complemento, México no le bajó ni una rayita a su intensisdad, como por ejemplo los errores de Guardado que perdonó frente al marco y sin portero, Hernández quien no pudo controlar y Raúl que falló frente a Nahuel. Traspiés que dibujaron su falta de contundencia, pero sí su hambre por quererse comer a la potente Argentina, plagada de cuanta estrella.

Así llegó un gran pase de Raúl Jiménez por la izquierda y el delantero del Leverkusen también enseñó que el remate con la cabeza no es lo suyo. Torres Nilo a escena por izquierda, Layún se adelantó y Guardado a contención, hielo puro a la intensidad, misma que poco a poco llegaría a su fin.

Y es que al minuto después, Héctor Herrera, con la especialidad de la casa y las enseñanzas de Ferretti, nuevamente jaló el gatillo desde fuera del área y vacunó a Guzmán. Inverosímil, pero cierto, el Triclor le pegaba 2-0 a la Argentina de Messi, gracias a la labor de Hernández,”HH” y Moi Muñoz, que hasta ese momento, tapó todo a lo que fue expuesto.

Márquez se tiró al abordaje y México se daba un festín ante una sedada Argentina, que no veía claro, así que el grito de Vela hizo efecto e ingresó a la cancha, así como también Dueñas, por lo que los cambios hicieron desubicar un poco al Tricolor, por lo que se dio la mala salida de Moi y el gol de Agüero en compañía al gran esfuerzo de Lavezzi para quitarse al meta del América.

A falta de cinco minutos para finalizar, todos creían que la victoría se tiñería de verde, pero como siempre llega a ocurrir, al Tricolor se le olvidó que los partidos son de 90 minutos, se hizo ganador antes de tiempo como pasó frente a Holanda en Brasil y el propio Lionel Messi le igualó 2-2 con una extraordinaria resolución y hasta por poco daban el campanazo, pero Moi mandó a corner en un tiro de Banega.

Nuevamente de lo sublime a lo sufrible, México pedía la hora y Argentina vivía su tiempo en pleno ocaso, pero la grandeza de la pantalla gigante del At&t decretaba el fin del tiempo. Así, tal y como ocurrió en Alemania 2005 y 2006, y en Sudafrica 2010, Argentina le hizo juego a México y por poco se salía con el triunfo, le ensañó al de la Concacaf que los partidos son de 90 minutos y es fácil ponerlos a sufrir, pues en cinco minutos hicieron lo que quisieron ante una endeble defensa y una delantera con falta de contundencia, labores en las que deberá laborar Ricardo Ferretti de quí hasta el 10 de octubre. Dura tarea.