POR ALMA ROSA CAMACHO
FOTOS: JOSÉ LUIS GARCÍA

SUSANA Zabaleta goza a plenitud encontrarse “Entre la sensatez y la locura”, que lo compartirá por medio de su concierto el próximo 1 de octubre en el Teatro Metropólitan, a los bien llamados por ella “jefes”, que es su público que la vio crecer artísticamente a lo largo de 30 años, con quienes los celebrará con lo mejor de sus canciones.
En matutina conferencia de prensa ayer en un hotel de la Zona Rosa, ataviada con un vestido blanco que dejó al descubierto sus hombros y luciendo su bien definido corte de cabello con fleco, transparentó sus pensamientos como el mencionar que la noche del jueves 1, se hará acompañar de un “orquestón”, bajo la dirección musical de Marco Morell.
Sabedora del hecho de ser una artista independiente, le da esa valía a todo proyecto que ha consolidado en estas tres décadas, la ganadora del título “Mujer líder”, cuyo trofeo se le entregará el próximo día 24 en un salón de avenida Reforma; confió que acertó en tomar la decisión de ir libre por el mundo de la interpretación como del canto y ahora como luchadora social, que a seis meses de haber sufrido en su residencia un robo por más de tres millones de pesos, es la hora que las autoridades le piden que no pierda la fe.
“Ya pasaron 24 meses y me informan que siguen abiertas las investigaciones, que no pierda la fe, que van a dar con los delincuentes”, y abundó que al nombrarse Zaba Vengadora, “no es para que yo atrape a los delincuentes, sino que a todas las personas que han sido víctimas, por medio de la red social, yo sea su consuelo y la escuche para que desahogue y cuente como terapia lo que vivió y saque al menos ese coraje y hasta miedo que por momentos nos llega a invadir”.
Cerca de 45 minutos duró el encuentro con la norteña Zabaleta, quien habló de aquellos momentos laborales que “nunca perdí perdón y me han llevado en una televisora abierta a estar vetada y sin embargo seguí por otro camino, siempre como mi independencia y libertad, sin que se me diga que hable y qué no”.
Al visualizar los acontecimientos nacionales como internacionales como el éxodo de sirios hacia otros países, confió Susana, que “en México no es tiempo de dejarle todo al Gobierno, sino que entre nosotros los ciudadanos hay que echarnos la mano, ayudarnos; porque nosotros tenemos que defender a México y ¿de qué manera?, pues festejando nuestra cultura, nuestras tradiciones, nuestra música”.
Entre sus sueños a concretar, pero con ayuda gubernamental, está “poner en Monclova, Coahuila, una casa para niños desprotegidos y una casa para el migrante. Yo tengo el predio, pero no voy a disponer de mis ahorros y sacrificando la educación y comida de mis hijos a futuro. Tengo estos proyectos que espero sacarlos a flote más adelante”.
Sí, una Zabaleta crítica del entorno, aunque no desea ser parte de los que manejan “los hilos de la política”, porque “a lo mejor sí me gusta el dinero y tomo y tomo y tomo. No me quiero probar”.