EN medio de un final polémico y cargado de emoción, Venezuela dio la gran sorpresa del FIBA Américas al derrotar en la semifinal 79-78 a Canadá y conseguir su pase a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Lo que parecía un simple trámite se convirtió en un auténtico desafío para los norteamericanos. La Vinotinto jugó su mejor baloncesto del torneo en el momento más oportuno y basados en un juego agresivo, además del apoyo de los asistentes que se volcaron a su favor, pusieron al súper favorito contra las cuerdas.

Durante el inicio del partido, el conjunto de la Hoja de Maple no encontraba respuestas ante el gran momento de su rival. Todos los balones divididos caían en manos venezolanas y quitando el aporte ofensivo del centro Kelly Olynyk, el control era de los sudamericanos.

Los pupilos del coach argentino Néstor García veían en el transcurrir de los minutos que la esperanza de llegar a la final del Preolímpico se incrementaba y aunque jugaban a su máximo potencial, no lograron despegarse de su oponente al terminar la primera mitad con la mínima ventaja (38-37).

Para el complemento, Jay Triano, coach de Canadá, esperaba una respuesta de su gran figura, Andrew Wiggins, el novato del año en la NBA, pero ésta nunca llegó.

El Palacio de los Deportes estaba volcado a favor de los sudamericanos y junto a grandes jugadas de Winde Graterol y John Fox lograron pasar las ráfagas ofensivas de Olynyk. El centro de los Celtics de Boston era el único canadiense que respondía en los momentos de apremio y quien mantenía en la contienda a su Selección.

A falta de diez minutos por jugar y ya con los favoritos adelante en la pizarra (60-58), los sudamericanos quemaron sus últimas cartas. Pusieron a su quinteta titular y con esa afrontaron la parte final.

Ninguna de las dos escuadras daba tregua y se repartieron canastas durante todo el lapso final. A falta de 24 segundos en el reloj y con el marcador empatado a 78, Venezuela tenía la última posesión. La hazaña estaba en sus manos y aunque en primera instancia la desaprovecharon con un tiro fallado de Cox, los réferis marcaron falta defensiva y mandaron a la línea de tiro libre a Heissler Guillent. El dorsal 19 anotó uno de los dos lanzamientos y la suerte estaba echada. Los sudamericanos eliminaron al gran favorito del certamen.

El baloncesto Vinotinto está de fiesta y cortó una racha de 24 años sin acudir a unos Juegos Olímpicos desde que lo hicieran en Barcelona 1992.