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12, septiembre 2015 - 22:45

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POR OMAR PÉREZ DÍAZ
FOTOS JOSÉ LUIS GARCÍA/ ENVIADO ESPECIAL

PACHUCA.- Que llamen al Vaticano porque el Pachuca jura que se le apareció el diablo con nombre y apellido.
Fernando Uribe dirían los Tuzos sobre el demonio que les anotó cuatro goles, la noche de este sábado, para borrar una ventaja de dos tantos que tenían en el marcador.
Sí, de ganar 3-1 al medio tiempo, los Tuzos acabaron derrotados 3-4 por unos Diablos Rojos que dieron un gran segundo tiempo, espoleados por el colombiano, y su noche histórica.
Bien por los escarlatas, que llegaron a 15 puntos, con una sensacional reacción en el complemento de un juego a todo tren.
En cuanto al conjunto de Diego Alonso, que hace agua por todos lados, seguirá en el fondo, con 7 unidades pero una seria crisis de resultados, con nulo aporte de sus extranjeros.
Y la acción hidalguense se manifestó con un abucheo monumental, cansada de ver al elenco de la Bella Airosa arrastrar la cobija.

SIN RESPIRO
Hay partidos que se quedan en la retina por sus espectacularidad y emoción; el primer tiempo entre Tuzos y Diablos Rojos fue de esos.
Desde que rodó la pelota, ambos equipos fueron a buscar el arco de enfrente; Pachuca salió desbocado y en menos de lo que les contamos Aquivaldo Mosquera hizo el 1-0, asistido por ese demonio llamado Hirving Lozano.
Más adelante vendrían más embestidas del ‘Chucky’ porque el Toluca, que carburó con mayor lentitud, emparejó las acciones con orden.
La fresca idea de Pepe Cardozo, con gente como Uribe y Triverio, también demostró empaque, y fueron acercándose al arco del ‘Conejo’ Pérez.
Fernando Uribe metió el 1-1 al minuto 25, ya cuando el juego estaba parejo, con un intercambio incesante.
En ese momento se agigantó la figura de ‘Conejo’ exigido por el tridente escarlata (Botinelli, Triverio y Uribe) con todo; al menos tres intervenciones hizo el arquero Tuzos para salvar su portería.
Quizá en ese afán de ir adelante, de sentirse cómodo, el diablo llevó las de perder; Pachuca puede no ser tan ordenado pero brío y talento no le falta.
Y así, cuando Pizarro tuvo espacio le pudo un bombón a Ariel Nahuelpán para el 2-1 y, más adelante, un relampagueante desborde de Hirving Lozano acabó el 3-1.
Electrizante como fue ese gol del joven seleccionado Sub-23 fue la primera mitad de este buen agarrón.

URIBE, IMPARABLE
Era imposible mantener el mismo paso para el complemento pero ninguno de los dos protagonistas de quedó con las ganas de intentarlo.
Pachuca pensó en el equilibrio, en el orden, en el oficio; sin embargo, apenas reiniciada la batalla, un error de su defender permitió a Fernando Uribe acortar 3-2.
Un motivo más para la reacción que ya había propuesto Pepe Cardozo con los ingresos de Cueva y Esquivel. ¡El juego volvió a prenderse!
Lo malo para los anfitriones es que los únicos encendidos parecían el Toluca, que apretó lo necesario para empatar 3-3 en otro titubeo blanquiazul aprovechado por Fernando Uribe, que ya los tapia de bajada.
Golpeado en lo más profundo de su ánimo, el Pachuca navegó entre su inseguridad, en sus titubeos de ahí en adelante, algo que le ha sucedido en todo el torneo.
Alonso probó una sacudida ingresando al insípido Penilla y debutando a Franco Jara, el argentino que llegó en estos días.
Alentado por su vergüenza deportiva, los Tuzos fueron por lo perdido pero se toparon tres veces con el travesaño (a disparos de Lozano, Gutiérrez y hasta Nahuelpán), sin olvidar a Talavera, quien anda en plan grande.
Se fue el partido agonizando sobre el alambre, a punto de caer de un lado u otro; fue para el bando rojo porque tenían a Fernando Uribe en sus filas, pues casi al final clavó su cuarto gol de la noche.
Y ya se sabe, un póker no se mata con casi nada.