MÁS que una conferencia de prensa, fue una reunión cordial la de ayer, entre la mexicana Zulina “Loba” Muñoz y su rival, la uruguaya Gabriela “La Gaby” Bouvier, protagonistas de la cartelera “Viva México” que presentará Leon Promotions, de Víctor Zavalza, el próximo sábado 26 en el Balneario Olímpico de esta capital.

“La Loba” hará la séptima defensa de la corona universal supermosca del WBC.

Ambas coincidieron en que arriba del ring saldrán “a batirse como guerreras”, pero abajo se ven como las deportistas profesionales que son y que, obviamente, tratan de llevarse la victoria.

El restaurante Rincón del Paraíso, donde se ofrece el mejor buffet de México, fue escenario de la cita de la campeona universal supermosca del WBC con su retadora, a la que concederá revancha del pleito que sostuvieron en septiembre 2012 en Morelia, donde “La Loba” se impuso en nueve asaltos, en riña por la vacante diadema supermosca de plata. “La Gaby”, originaria de Maldonado, muy cerca de Punta del Este, recordó que entonces tenía 19 años de edad y “ahora tengo más experiencia; he mejorado mi defensa. Me encanta venir a este país. Va a ser una guerra Uruguay-México. Llevo cuatro meses de preparación porque entrenaba para otra pelea y surgió esta gran oportunidad”.

El profesor Francisco Cabezas Gutiérrez, presidente de la Federación Mexicana de Fisicoconstructivismo, presidió el convivio y resaltó que el apoyo de los medios informativos “es parte básica del éxito en cualquier evento”. El licenciado Héctor Hernández Vilchis representó a la ComBox del DF.

“La Loba” externó que “Bouvier es una gran peleadora, sé que trae más experiencia; hemos mejorado las dos. La gente que asista no se va a arrepentir. La vez pasada tuvimos al público de pie, siempre dejó calientito el ring. Como siempre, desde que suene la primera campanada iré por la victoria”.

Mauro Ayala, jefe de entrenadores de Zulina, agradeció el apoyo “de muchos amigos que se suman a nuestro proyecto” y mencionó, entre otros, al comandante José Luis Suárez y a la clínica Cerebro.

Bouvier dijo que llegó desde el martes pasado para adaptarse mejor a la altitud del DF, en compañía de Niko Barrales, su esposo y entrenador.