CORTESÍA DE JESÚS TEPEPA
FOTOS: CORTESÍA OSWALDO FIGUEROA

MUJER que ha caminado diversos senderos… voz cantando en diferentes paisajes… alma volando a través de sentires o pensares… Hoy Cecilia Toussaint ilumina otras veredas con una luz distinta… es el fulgor de su nuevo disco “Faro”, que guiará a los espíritus el 27 de este septiembre en el Teatro de la Ciudad.
“Este álbum es muy importante porque tenía diez años sin sacar un disco, no me gusta grabar por grabar que además es caro hacerlo cada año; se llama Faro porque desde siempre me han apasionado los trenes y los faros, sale en un momento muy significativo de mi vida porque es aceptar la mujer que hoy soy”.
Una década recorrida en medio de su propia esfera.
“En diez años seguí haciendo conciertos, continué como actriz de teatro y televisión con ‘Yo no creo en los hombres’, tuve suerte”.
En su nueva obra hay arte de su hermano Eugenio, así como de Ricardo Salvador.
“Tenía ganas de hacer una caricia musical a Eugenio como despedida, Ricardo es un compositor fantástico, coincidimos en gustos, apreciaciones personales y el resultado es Faro”.
Ungida como una de las soberanas del rock, se autodefine más allá de ese tan gastado rótulo.
“No extraño a la Cecilia rockera porque sigue aquí, soy intérprete más que enfrascarme en un género -comencé haciendo boleros-, pero si ser rockera es decir lo que pienso, seguiré siéndolo hasta la muerte, aunque no soy tan purista”.
Mujer que también es madre.
“Mis hijos son mi pasión, la mejor educación que se les puede dar es el ejemplo y la herencia que les dejo es lo que hago, suena a lugar común, pero es la verdad”.
Entregada… desbordada, sentimiento y pensamiento.
“Cada que hago algo, procuro que esté bien, siempre me entrego al máximo porque es mi manera de hacer las cosas, no escatimo nada sobre el escenario ya sea cantando o actuando; como madre soy igual, me gusta la constancia, por algo llevo veintiún años casada”.