El nuevo director técnico de las Chivas rayadas de Guadalajara, el argentino Matías Almeyda, enfrentará el próximo sábado, en la cancha del Estadio Azteca, su primer clásico mexicano a escasos días de haber asumido el cargo de entrenador del chiverío.

Matías Almeyda se ha caracterizado por levantar equipos de tradición que se encuentran en circunstancias difíciles, tal como sucedió con el equipo Millonario, River Plate, que se hundió en la segunda división del campeonato argentino y que él, siendo jugador del equipo, decidió asumir el rol de entrenador. El resultado fue el ascenso al máximo circuito del balompié pampero.

Su segundo reto fue cuando firmó con Banfield, otro equipo de tradición en el fútbol argentino que cayó en la segunda categoría y que el encargado para regresar al equipo al lugar que le correspondía, precisamente fue Almeyda, el nuevo pastor del Rebaño.

Su primer partido con Chivas fue un éxito: consiguió los tres puntos y extendió, por una semana más, su confianza con el dueño del equipo, Jorge Vergara.

El técnico argentino ha levantado gigantes, pero no se ha caracterizado por ganar clásicos. Cuando entrenó a River Plate, enfrentó a su eterno rival, Boca Juniors, y no perdió, pero tampoco ganó. El resultado de aquel encuentro, que se disputó el 28 de octubre de 2012, en el estadio Monumental, fue un empate a dos anotaciones.

Ya cuando Almeyda estaba al frente de Banfield, equipo que disputa el Clásico del Sur contra Lanús, tampoco tendría éxito en estos encuentros. El 14 de septiembre de 2014, Banfield se enfrentaría a Lanús, partido perteneciente a la fecha 7 del Torneo de Transición, y el equipo de Almeyda cayó, por la mínima ante el odiado rival. El 12 de abril de 2015 se volverían a enfrentar; Banfield caería en casa por un marcador de 2-1.

Almeyda tiene el reto de levantar a Chivas, pero no se puede olvidar que, frente al América, no se puede perder.