DE manera oficial el marchista Erwin González entrena desde hace dos semanas con José Alvarado, con el respaldo de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, no obstante las amenazas de Antonio Lozano, de que perdería su puesto de coordinador de caminata, pero decidió inclinarse por el trabajo de campo y con la meta de llevar a su pupilo a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

“El profesor Alvarado tiene un buen currículum deportivo, ya que ha entrenado a varios campeones mundiales, tuvo al guatemalteco Julio Martínez, dueño de una marca mundial en 1998, estuvo 17 años como auxiliar de Jerzy Hausleber y por eso tomé la opción de trabajar con él”, señaló el andarín que entrenó solo el año pasado y parte del actual, pero con el programa del profesor Alvarado.

“El profesor manifestó en la CONADE que no le gusta el trabajo de coordinador, porque en realidad no hace nada, él se encargaba de vigilar los programas de los entrenadores y de corregirlos, pero por más que quería corregirlos no cambian, cada quien tiene su criterio  y cada quien se siente el mejor de todos. Entonces, él manifestó que quería volver a ser entrenador, la CONADE lo aceptó y ya trabaja conmigo”.

La base de los entrenamientos es el Comité Olímpico Mexicano, donde tienen todo a la mano para un buen desempeño deportivo y la escuela le queda cerca para seguir sus estudios en derecho, becado por la Universidad del Valle de México.

Erwin ocupa el cuarto lugar de la clasificación nacional de los 20 kilómetros de primera fuerza, pero bajo condiciones que le impidieron cumplir con la temporada debido a un mal diagnóstico que le hizo perder cuatro meses, además de no asistir a los Juegos Mundiales Universitarios ni a los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

“Me perdí toda la temporada, fue culpa de los médicos, me trataron mi hernia como desgarre dos meses, luego otros mes como lesión, y el médico que me estaba tratando se fue a los Panamericanos y fui a otro médico, me mandó a hacer un ultrasonido y me dijo que tenía una hernia, entonces me operaron y ya en 30 días me había recuperado”.

Erwin como juvenil destacó con una medalla de bronce de Campeonato Mundial y  tuvo la segunda mejor marca mundial juvenil. Ahora, con la confianza depositada en Alvarado, se ve en Río, en la pelea por las medallas.

“Tengo mucha confianza en el entrenamiento del profesor, te lo digo porque el año pasado tuve un desgarre y en tres meses de entrenamiento me preparé para la competencia de Chihuahua e hice 1:23:18,  estuve a 18 segundos del ganador, que fue Éder Sánchez. Entonces, tengo cinco meses para regresar a Chihuahua, y la verdad que los entrenamientos me están dando mucha confianza, porque no tengo molestias y los ritmos los estoy aguantando muy bien”.

Los exámenes comparativos que le han realizado sobre consumo de oxígeno son muy buenos y con el tiempo suficiente de preparación para revertir la historia de fracasos de la caminata los últimos años.