COMO estaba planeado, el matador de Iztacalco, Juan Luis Silis, estuvo de visita en la ganadería de La Paz, donde tentó cinco becerras, mismas que han colaborado para que el valiente torero esculpiera sendas faenas de diferentes estilos.

La ilusión de Silis no se apaga, aunque parece que las circunstancias no son favorables para su confirmación en la Plaza México, el torero permanece estoico y ferviente porque al final suceda algo extraordinario y se le pueda dar el mérito que ya ha pagado sobradamente con su sangre.

Mientras tanto el espada enfoca sus energías y deseos de triunfo para torear el próximo cuatro de octubre en Pachuca, plaza donde Silis ha visto un gran oasis cada año, aunque lo ideal sería que más plazas se unieran a la causa y dieran más oportunidades a este grandioso matador que ya ha demostrado con creces todos los requisitos que los empresarios piden para ser digno de un sitio en sus grandes seriales taurinos.

En La Paz, Juan Luis dejó constancia una vez más de su toreo vivaz, maduro, todo recurso y poderoso que ha pulido con los años. Más que ahuyentarse por los graves percances que ha sufrido, el coleta refrenda cada día más y mejor el compromiso con su profesión.

Varias faenas pudo eslabonar el diestro, ante becerras que han sido de excelentes cualidades en recorrido y bravura, lo cual aprovechó el torero para recrear la vista de los presentes, recrearse y alimentar su espíritu irrompible.

Tal vez no se pueda ver a Silis en el resto de las grandes plazas y en el resto de los fastuosos seriales, pero lo que sí es bien seguro es que donde se presente, siempre se le verá jugarse la vida y torear como el mejor. Eso, hasta el más villamelón lo sabe.

POR naturales se lució Silis.

SE dio gusto toreando el diestro de Iztacalco.

MÁS toreo al natural, de ensueño.

DERECHA bendita.

LA tienta fue exclusiva para Juan Luis Silis.