El delantero guaraní de Cruz Azul, Jorge Benítez, externó su malestar por la falta de minutos con el primer equipo, al lamentar que lo hagan jugar en la Sub 20 cuando dejó la Liga de Campeones por venir a este club.

“La verdad que sí (estoy desilusionado) porque rechacé jugar la Champions para venir a un club grande como lo es Cruz Azul y hoy me está tocando jugar en la sub 20. En su tiempo ya pasé de jugar sub 20 y ahora me está tocando eso”, afirmó.

Entrevistado a su salida del club en La Noria, mostró cierto optimismo de ser considerado, “sé que con trabajo y sacrificio voy a salir adelante y a demostrarle a esa gente que confió en mí. No dejé la Champions por jugar en la sub 20”.

Luego de volver a caer en la liga, ahora 1-2, en su visita al Puebla, consideró que los refuerzos no han rendido lo que se esperaba de ellos, precisamente por ese hecho de que no le dan minutos en la cancha para aportar lo suyo.

“La verdad que falta confianza, uno llegando a un país en un partido no puede demostrar, si dijeras que estoy jugando cinco partidos seguidos y en esos no he hecho goles entonces soy el culpable, pero desde que vine no estoy teniendo los minutos que deseo.

“En todos los clubes que jugué tuve esos minutos y en cinco partidos demostré lo que podía hacer y aquí en un partido me están pidiendo que demuestre. Uno necesita ganarse la confianza de sus compañeros”, aseguró.

Se dijo desilusionado por esa situación, toda vez que en el partido de Copa ante Pachuca falló un penalti y luego fue sustituido lo que propició que lo enviaran con los juveniles donde lo tienen castigado, según su apreciación.

“El día de ese partido me dijeron que me presentara a la sub-20, pero para no terminar mal y no tener más disgusto con el entrenador, una vez está bien, pero ¿tres? Ya pasé por ahí y daré la cara para no volver a jugar en la categoría”.

El atacante guaraní llegó al conjunto celeste procedente del Olympiakos de Grecia, que disputa la Liga de Campeones de Europa y donde ahorita estuviera teniendo minutos sin lamentar estar en la banca en un equipo que no lo toma en cuenta.