POR FERNANDO SCHWARTZ

LAS más fáciles para marcar se vuelven las más difíciles frente al arco y Javier Hernández vivió su noche triste en el Camp Nou, donde en el arranque de ambos tiempos tuvo oportunidades claras de anotar y no se dio, porque así es la vida del delantero, de la gloria de mecer las redes a la desazón de fallar y que a final de cuentas le costó al Leverkusen frente a un Barcelona que supo reaccionar para, en un abrir y cerrar de ojos, terminar con ese gol de Papadoupulos, que muchos minutos mantuvo arriba a los alemanes y les puso a soñar.
La primera no fue tan clara como la segunda. Los adjetivos han sido fuertes sobre la persona de Javier, y eso que se dice que el respeto debe existir siempre al rival, fue roto por las redes sociales en Barcelona, que se burlaron de la falla diciendo que había enviado el balón a la luna. Es la vida del delantero. De acierto y error. Aquí en forma desafortunada, el yerro fue al marcador, ya que de un 2-0 que mataba al Barcelona, no resultó, y con el poder catalán, le dieron la vuelta al marcador.

SÓLO LAYÚN
Héctor Herrera no fue convocado. “Tecatito” se quedó en la banca, y de esta forma, Layún fue el único de los tres mosqueteros mexicanos que vio acción en la valiosa victoria de Porto sobre Chelsea 2-1, en el Dragao. Una victoria a sangre y fuego la que sacó Lopetegui con sus jugadores y donde derrotar a Mou les da un buen camino en Champions y para Iker Casillas la miel de la victoria, por las rencillas personales.
Layún entró por André a los 80’ para reforzar la retaguardia y cumplió con la encomienda. Para Herrera, el acicate se volver, y para “Tecatito”, crecer y seguir acumulando experiencia en la élite.