Si bien él solamente fue un eslabón más del primer título mundial Sub-17 que levantó México hace una década en Perú, Guillermo Cantú atesora ese capítulo de su vida en lo más recóndito de su ser, pues aún vibra de lo que fue la primera piedra, para lo que hoy en día son las selecciones menores.

Y es que, al igual que hoy, era el director de selecciones nacionales y con apenas un año en el cargo, le tocó viajar y vivir en carne propia el título que levantaron Vela, Giovani, Villaluz, Moreno, Araujo y demás seleccionados.

“Me estoy haciendo viejo, es un súper recuerdo, parte de nuestro valor es ayudarle a los técnicos a seguir creciendo en su experiencia y conocimiento”, dice para ESTO.

Y es que dicho título fue un “parteaguas”, mismo del que hoy se postran las bases para buscar más títulos en esa categoría y en el resto de las divisiones.

“Uno de los objetivos es dar ese extra a los jugadores jóvenes para que puedan conformar planteles de primera división en México y en el extranjero, creo que ese objetivo es parte de lo que pretendemos lograr”.

Así como también “acelerar los tiempos para que puedan  incrustar y aferrarse a un puesto en Primera División”.

Y claro que aquella ocasión en Lima, “grité los goles, por supuesto, bien que me acuerdo, Vela, Giovani, Moreno y “Pato” Araujo levantando el título”.

RETORNO

Hoy en su regreso a las selecciones nacionales, agradece todo lo que formó en su primera etapa y que, con la continuidad de Héctor González Iñárritu se llevaron a cabo cada una de las tareas.

“Hoy hay una estructura muy robusta. No sólo en la mayor, sino en las menores hay una estructura muy grande, hay personas con mucha experiencia, empezando con el director deportivo, Santiago Baños, pasando por Dennis, Juan Carlos Ortega, todo el staff de entrenadores y el personal de apoyo es muy bueno, se hacen las cosas muy bien”, contesta y deja entreabierta la posibilidad de la continuidad de Leonardo Cuéllar, Ramón Raya,  Sergio Almaguer y Raúl Gutiérrez con las selecciones menores y femeniles.

“La idea es seguir conociéndolos. La evaluación es continua, la exigencia es igual. Tengo la oportunidad de conocer a cada uno de ellos y han construido mucho”.

Por Luis García Olivo