ZAPOPAN.- Este fin de semana, Chivas visitará a Pumas, en un juego que despierta expectativas, el regresar al Distrito Federal, y más cuando estos dos clubes disputaron una final en el 2004, vaticinan un gran duelo.
Así que, sin tener un amplio conocimiento de lo que fue aquel gran desenlace en donde los Felinos alzaron la corona, Almeyda postra su recuerdo en el pasado fin de semana cuando acudieron al DF y dieron cuenta del América en el mismito sur de la ciudad, el estadio Azteca.
Por ende y cuando Pumas está como sublíder y Chivas al alza, Almeyda augura un gran agarrón.
“Es un placer sentir cómo el público apoya al equipo, la confianza que le brinda en todos los lugares donde estamos, y eso es un ‘plus’ para el jugador. Yo, lo viví, y cuando hay confianza de la gente uno se siente bien”.

A SALCIDO HAY QUE REANIMARLO
El experimentado Carlos Salcido, quien se perdió el resto del Clásico Nacional por una expulsión en la agonía del primer tiempo, ha sido reanimado por Matías Almeyda, quien ha sacado el colmillo a flote para curar situaciones que a muchos suelen preocupar y en ocasiones no se saben manejar correctamente.
“A Salcido le transmití tranquilidad, porque en realidad la expulsión fue una jugada rápida del partido y ningún jugador en esa clase de acciones quiere que lo expulsen, que es diferente cuando es por protesta o cuando es por otra causa, pero esta vez, no”, argumenta tranquilo.
Asimismo, su compañero de equipo, Carlos Salcedo, realizó un buen trabajo defensivo, pero Almeyda no individualiza, habla en general. “No puedo señalar a alguno sólo. Felicité a todo el grupo, porque todos dieron el máximo y lo hicieron bien, y hablar de uno no se me hace bien”, dice.