POR HÉCTOR REYES

Saúl Gutiérrez, candidato al Premio Nacional de Deportes 2015, quiere seguir los pasos de María Espinoza, inspiración en el taekwondo y motor de su desarrollo dentro de este deporte que inició en su natal Querétaro y durante los dos últimos años se ha consolidado dentro de la Selección Nacional.

“Comencé por gusto, pero a lo largo de mi carrera me he hecho con la imagen de María Espinoza, que a pesar de haber logrado todo, es una persona muy sencilla”, manifestó el espigado atleta de 22 años que ha tenido el apoyo de la sinaloense que no ha bajado la guardia y va por sus terceros Juegos Olímpicos.

“María es una persona muy sencilla, se puede platicar de todo, desde cosas de taekwondo, hasta de la vida personal. Ella siempre me motiva a seguir adelante y seguir entrenando. Para mí es la medida de mis sueños, en México nadie ha logrado lo que ella tiene y sigue compitiendo para tener aún más”.

Saúl tiene como principales merecimientos para aspirar al PND: Las medallas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Copa Mundial de Querétaro, Juegos Panamericanos de Toronto y el Campeonato Mundial de Rusia.

“No esperaba competir algún día,  pero un día me dijeron que por qué no pensaba meter mis papeles para el Premio Nacional de Deportes y me dije que este año sí puedo competir. Hablé con el presidente de la Federación Juan Manuel López, que me propusieran, y no tuvo ningún inconveniente”.

En la última clasificación publicada por la Federación Mundial de Taekwondo, Saúl ocupa el tercer lugar mundial y quinto olímpico. Comenzó a figurar como invitado a la selección nacional hace cinco años, pero considera que los dos últimos han sido de su consolidación.

“Llegué como invitado luego de ganar un tercer lugar en el Campeonato Nacional de Primera Fuerza celebrado en el 2010 y es como realmente llegué a la selección, pero dentro del equipo nacional tengo dos años y con muy buenos resultados para el tiempo que llevo al frente”, recordó el también estudiante en línea de la carrera en administración de empresas en la Universidad Autónoma de Chihuahua.

El ascenso que ha tenido lo atribuye a una serie de factores que han hecho de este grupo  profesional. Pero todo tiene un inicio y Saúl llegó al taekwondo por azar o el destino marcado.

“Pasaba siempre por una escuela de taekwondo y un día decidí inscribirme, bueno, siempre me quedaba a ver las clases y un día me quedé, llevó 12 años de practicarlo”, producto de la detección de talentos, como lo hace notar, mide 1.90 metros (piernas largas) y pesa 63 kilogramos, condiciones físicas ideales para este deporte de contacto.

“Todo lo que estoy viviendo me motiva para llegar a estos Juegos Olímpicos, y bueno, por qué no pensar en el seguir el siguiente ciclo olímpico y tratar de emular los pasos de María del Rosario Espinoza”.

Su vida la resume en una sola palabra: taekwondo.