IRVINE, California.- Cuando todo parece indicar que el Rose Bowl de Pasadena se teñirá de verde debido a los miles de  paisanos que radican en el estado californiano para el duelo entre mexicanos y estadounidenses, Jozy Altidore minimizó todo el contexto que pueda envolver las gradas, pues para él lo más importante es lo que hagan en la cancha.

“La verdad es que eso no pasa por mi cabeza. Estados Unidos es un país que le da oportunidad a todos  en el mundo y a todas las aficiones que llenen los estadios”, estableció con poca importancia. Sin embargo, espera que los suyos salgan ese día del inmueble con el grito popular “de dos a cero” como en otras ocasiones se escuchó en Columbus cuando ellos vencieron a México en las pasadas eliminatorias mundialistas.

“Yo me siento bien con eso  (con el cántico) y la gente que va a ir al estadio se va a divertir. Espero que sí (se cante a favor de nosotros). Ojalá que toda la gente que venga se vaya feliz con un buen resultado a favor de nosotros”, explicó.

Aunque no dejó de ser realista. “Lo más importante es lo que pase dentro de la cancha y ahí no cuenta lo que pasó en los últimos años. Eso no importa y sí lo de hoy”.

Con el fracaso de la pasada edición de la Copa Oro en donde obtuvieron el cuarto lugar de la competencia,  Altidore consideró que no hay más ni menos presión de cara al choque contra México por el pase a la Copa Confederaciones, pues en Estados Unidos, “la presión está siempre. Lo importante es hacer un buen partido. Somos profesionales y miramos este partido como un Clásico. No hay presión o esas cosas”.

Por ende, los hombres de Klinsmann saldrán como verdaderas fieras en busca del pasaje a Rusia, más allá de que México numera bajas y una de ellas en la figura de Giovani dos Santos, que no los hace menos en el papel.

“Tenemos que saber que México siempre tiene un buen equipo. Tiene once jugadores que pueden jugar en posiciones diferentes. Son buenos técnicamente y estamos preparados para ese gran partido”. (Luis García Olivo/ Foto: Jorge Barrera)