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9, octubre 2015 - 10:15

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CORTESÍA DE YOLANDA TOVAR ORTEGA
FOTOS: CORTESÍA LULÚ URDAPILLETA

YEL verbo se hizo carne y la carne muslos, manos, danza, beso… Y el beso se hizo poema y el poema partitura, cuerda, canto, magia, silencio… Producción Monumental regresa a México para regalarnos un espectáculo que invade los sentidos, que reelabora los recuerdos, porque la popular obra “Carmina Burana” se transforma en un vibrante performance, donde un puñado de talentos se unen para hacer al espectador vivir una noche inolvidable.
Rasta Thomas encabezando a un grandioso equipo de bailarines contemporáneos hacen de la danza una obra plástica llena de sentimiento, intenciones, emociones y deseos; las coreografías de George Céspedes toman fuerza bajo la dirección escénica de Miguel Islas, quien nos lleva de la música clásica a la danza contemporánea, del Holocausto y el caos, a la inocencia y al orden sagrado de la naturaleza, proyectados en un oportuno vídeo que nos permite recordar la grandeza y la miseria humana.
Por si el sentido de la vista no fuera complacido, surge el Coro Enharmonia Vocalis con casi un centenar de voces que cimbró las estructuras del Auditorio Nacional y que dirigido por Fernando Méndez nos hizo olvidar con su “O Fortuna” que la majestuosa recopilación de Carl Orff fue considerada pagana por los críticos de 1937, dándonos la certeza de que es sagrado todo arte que alimente el espíritu humano.
Para muchos, no fue grato escuchar que Alondra de la Parra, que pronto será mamá, no nos regalaría una gran noche con su peculiar estilo de dirección, sin embargo el Coloso de Reforma recogió muchas lágrimas en el binomio que logró Kennet Kielsle, enorme director invitado, maestro y mentor de nuestra querida Alondra de la Parra, con Anabel de la Mora, quien logró en forma diáfana y casi celeste el impresionante agudo que exige el área “Dulcissime”.
No podemos soslayar la presencia del tenor Víctor Hernández, la contundencia de la voz del barítono Josué Cerón y el virtuosismo de los gigantes de la Orquesta Internacional de las Artes.
En suma, no se pierda la oportunidad de vibrar con esta renovada pero paradójicamente tradicional “Carmina Burana” de Carl Orff.