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14, octubre 2015 - 23:21

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ERA cuestión de tiempo para que Juan Carlos Osorio llegara a dirigir un seleccionado nacional. El tiempo, la experiencia y los títulos así lo determinaban, por más que guste del entrenamiento diario y no tanto de manera irregular como en el caso de un combinado.
Ahora con el Tricolor vivirá eso: seleccionar. “Lo que más me apasiona a mí es el entrenamiento como tal, el día a día del equipo, a través de la periodización táctica siempre sobre situaciones reales de juego”, comentaba Osorio en una entrevista con Quique Wolf en 2013. “Ya a nivel de selección, como el nombre lo indica, el trabajo es de seleccionar”.
“El rol de seleccionador es más para una persona con experiencia, no solamente en el manejo de un grupo, sino también de los seres humanos, de los jugadores. Yo creo que en algún momento va a llegar”, predecía.
El tiempo de dirigir a una Selección le llegó, pues en el 2011 estuvo a nada de dirigir a Honduras, situaciones contractuales con el Once Caldas “no me dejan ir y por el tiempo que la Federación de Honduras requería se me hace imposible tomar ese reto”.
Hoy, oficializado como el nuevo técnico de México buscará llevar al Tricolor a Rusia 2018. Entiende los reflectores que conlleva dirigir un combinado y más un representativo en donde hay presión de los aficionados, atención e intereses mediáticos. “El futbol es un deporte subjetivo, es de opiniones y todos tenemos derecho a opinar. Hasta recibo consejos de mi madre sobre cómo debemos jugar”.

“RECREACIONISTA”
Conocido así por sus metodologías, Osorio es el único entrenador latinoamericano en la historia de la MLS en llevar a un equipo a la final de la liga. En 2008, su primera temporada como director técnico de los Red Bulls de Nueva York, lideró al equipo a su única final de la Copa MLS hasta el momento, cayó ante Columbus Crew.
“Cuando estuve en Chicago y con Red Bulls, era más joven, con menos experiencia, pero como entrenador igualmente competente. Valoro inmensamente lo que hice en la MLS, porque sé que se requiere más”, comentó a Tiro Libre de FutbolMLS.com.
El colombiano llegó a Estados Unidos a finales de los años 80 tras terminar su carrera como futbolista profesional que duró apenas cinco años. Al igual que muchos inmigrantes, se radicó en Nueva York en busca de un mejor futuro profesional y mientras estudiaba buscó lo ineludible para obtener los recursos necesarios.
“Como todos los que nos hemos ido a un país extranjero, trabajé en construcción manejando un taladro eléctrico en la calle. Fue durísimo. Aguantando frío, e hice otros trabajos, en restaurantes, en la biblioteca, lo que fuera para sobrevivir”, comentó a canal TeleMedellín.
Al mismo tiempo consiguió su primer título, que aunque no le entregó una medalla o una copa se convertiría en el fundamento de su trabajo como entrenador de futbol en el futuro, graduándose de Fisiología del Ejercicio y Rendimiento Humano. Conoció a su esposa como mesera de un restaurante colombiano en Nueva York, y luego de conquistarla tuvo dos hijos con ella, lo cual le permitió forjar una familia en el exterior.
Luego de entrenar niños y algunos equipos de futbol locales integró el cuerpo técnico de los MetroStars que dirigía Octavio Zambrano en la temporada 2000 de la MLS, antes de conseguir un máster en Ciencias Superiores del Futbol. Posteriormente se fue a Inglaterra como preparador físico y asistente técnico del Manchester City, en donde obtuvo las principales licencias como entrenador de la UEFA.
De ahí en adelante comenzó una perseverante carrera como director técnico de varios de los equipos más importantes en cuatro países diferentes. Su primer campeonato lo consiguió con Once Caldas en la liga colombiana, para luego entregarle tres estrellas más al Atlético Nacional -así como dos Copas Colombia-, y desde el 1 de junio dirigió al Sao Paulo.
El “Recreacionista” es un técnico que se preocupa por los detalles pequeños, que otros no notan o prefieren ignorar. Admira los estadios que no tienen pista atlética y en los cuales la afición está más cerca del campo. Nació en Santa Rosa de Cabal, un municipio en el occidente de Colombia, cuya población cabe casi dos veces en el estadio Azteca.
Desde que estuvo en Puebla valora el futbol mexicano: “futbol de ataque, de ida y vuelta, como en Inglaterra”. A pesar de su poco éxito con La Franja, Osorio considera que fue una experiencia muy positiva en su carrera: “Me habían llevado con la ilusión de llevar dos o tres refuerzos, pero el dueño dijo que no iba a haber ninguno. Nos iba muy bien al comienzo contra los equipos grandes, pero al final de los partidos siempre nos ganaban porque no teníamos cómo hacer los cambios”, comentó Osorio con Quique Wolf.
Es conocido por sus libretitas, en las cuales suma, resta y hasta multiplica con diagramas que quizás solo él entiende. Cuando sus jugadores entran de cambio, generalmente, les entrega papeles con modificación táctica y esquema que deben tener.
Una frase que para el entorno al que se va a enfrentar ahora es más que apropiada.
El apodo del “Recreacionista” se lo puso Luis Augusto García, un exentrenador de Millonarios, cuando salió del club, debido a que no estaba de acuerdo con sus métodos de entrenamiento. Desde entonces, a pesar de que no es un sobrenombre que agrade al próximo entrenador de México, el propio Osorio lo ha aprendido a acoger y reconocer. (Con información de Diego Pinzón/ Futbol MLS.com y Luis García Olivo).