LEÓN.- Parecía no terminar nunca la fila de aficionados que este jueves se formó en las taquillas del estadio León, con vistas a la batalla por el liderato entre La Fiera y los Pumas.

Cientos, quizás miles de personas sacrificaron hasta 3 horas de su tiempo con tal de llegar a las ventanillas para adquirir sus entradas de 200, 350 o 450 pesos.

El problema fue que por cada aficionado sólo se vendieron como máximo dos boletos, por lo que la reventa hizo de las suyas como en sus mejores tiempos. Los revendedores se formaron hasta cinco veces ayudados por los de logística que los apoyan.

Un descaro permitido que tristemente ya no es novedad en cada partido de local de La Fiera.

“La verdad que es muy triste que esto pase cada partido, deberían hacer algo, esos tipos se forman hasta cinco veces, es increíble”, señaló don Ramón García, quien era de los últimos en la fila.

“El problema es que sólo podemos comprar dos boletos y yo ocupo cuatro, ¿cómo le hago ahí?, no me va a quedar de otra que venir mañana, formarme otra vez ahorita y perder toda la tarde o acudir a la reventa, por eso ellos son un éxito, porque la directiva lo permite”, expuso Lucía.

Pasado el mediodía, las taquilleras anunciaron que los boletos de cabeceras se agotaron, por lo que incluso hubo aficionados que tuvieron que salir de las taquillas sin nada, al no tener la cantidad requerida.

La policía sólo hizo sombra esta vez, pues los revendedores caminaban y negociaban en sus caras, sin hacer absolutamente nada. (Omar Oseguera/Foto: Eduardo Maceira/ ESTO Bajío).

LAS ansiadas entradas volaron.

LARGAS filas para el encuentro que decidirá al líder del torne