LA primera vez que Daniel Suárez llegó de México a Estados Unidos para buscar un futuro como piloto en la NASCAR trató de llegar a través de sus propios medios, y no tuvo éxito.

Sin embargo, encontró el camino a través del programa Drive for Diversity, y hoy brilla como uno de los mejores pilotos de la NASCAR XFINITY Series en apenas su primera temporada completa, convirtiéndose en un ejemplo a seguir para otros pilotos de México.

“Si en enero o febrero me hubieras preguntado si hubiera esperado este tipo de resultados, te habría dicho que posiblemente no, porque sabíamos que el paso que estábamos dando después de estar corriendo en NASCAR México y la Serie KN Pro 2014, era un paso muy grande y las expectativas no eran altas,” dijo Daniel.

“Sin embargo, todo el equipo ha hecho un excelente trabajo para mantenerme en la posición correcta para guiarme y enseñarme lo que me han tenido que enseñar”.

Por ahora, Daniel Suárez cuenta con siete Top-5 y 15 Top.-10, además de tres Pole Positions, con lo que adelanta a Darrell Wallace Jr. en la Clasificación del Premio Sunoco al Novato del Año. Además ha terminado tres veces solo detrás de pilotos de la Sprint Cup; pero más que frustrarse por no haber alcanzado todavía su primera victoria, lo ha tomado como parte de su proceso de aprendizaje.

“Aunque mucha gente piense que es un error que los pilotos de la Sprint Cup bajen a correr en la XFINITY Series, yo soy de los que piensa lo contrario”, dijo Suárez.

“He tenido la fortuna de correr en muchas carreras con pilotos como Kevin Harvick, Joey Logano, Kasey Khane, Kyle Busch, Denny Hamlin y la verdad es que ellos tienen demasiada experiencia, muchos años en este deporte, así que cuando ellos compiten contra nosotros en la XFINITY Series creo que se aprende demasiado de todos ellos”.

Con su rápido ascenso en la estructura de la NASCAR, Daniel se ha convertido en un ejemplo para las nuevas generaciones, como sus compatriotas Abraham Calderón, Rubén García Jr, Santiago Tovar y Enrique Contreras, quienes participaron en el selectivo en el Langley Speedway de Hampton, Virginia, en busca de un puesto para la temporada 2016.

“Todo esto es una evidencia más de que el programa Drive for Diversity funciona”, agregó. “… hasta hace unos tres años poca gente creía en este programa. Para los pilotos mexicanos era un programa que representaba un signo de interrogación. Nadie sabía realmente si esto era bueno, regular o malo y ahora muchos pilotos mexicanos y latinoamericanos se dan cuenta de que es algo bueno y están empezando a creer en esto”.

Dani espera mantener el ritmo en su rápido ascenso en la estructura de la NASCAR, continuar siendo un ejemplo para otros pilotos y espera poder acumular más éxitos en los próximos cinco años.

“Lo mejor sería poder estar corriendo en la máxima categoría”, dijo. “Esa sería la meta, pero no solo estar compitiendo, esto sería demasiado conformista, sino hacer las cosas bien y llegar a ser competitivo y aprender de todo eso”.