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21, octubre 2015 - 21:45

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POR MANUEL GÓMEZ C/@magojesus1223
FOTOS: JORGE BARRERA/@estobarrera
ENVIADOS ESPECIALES

SAN NICOLÁS DE LOS GARZA, NL.- Tigres calificó a cuartos de final de la Concachampions, pero sin brillar. El cuadro felino empató con Herediano, que era el obligado a ganar, en un partido cerrado y trabado, que este miércoles se disputó en el estadio Universitario, ante una regular asistencia.
A estos felinos les faltó eficacia, porque es cierto que fabricaron situaciones de gol, pero no esa suerte y contundencia, pues aunque se cansaron de hilvanar situaciones de gol, sobre todo Gignac, sus remates no cuajaron.

EL PARTIDO
A pesar de que Herediano tenía la obligación de ir en busca de hacer goles, su presencia en el estadio Universitario fue meramente defensiva, al echar mano de cinco defensas, amontonar cuatro volantes en la media cancha y un solo delantero que tratara de hacer de las suyas, frente a unos Tigres que fueron constantes, mostrando cara contraria al visitante de ir al frente, con verticalidad.
Las amenazas felinas iniciaron desde los tres minutos, cuando Gignac, su goleador en la Liga MX, estrelló un cabezazo en el travesaño, lo que fue un aviso para los de casa.
Ante el montón de ticos en su terruño, los universitarios le buscaron, lo mismo por el lado derecho con Aquino y Estrada que por el izquierdo con Damián Álvarez y el mismo Torres Nilo, mientras que en el centro Gignac y Sóbis esperaban pelotazos, y los recibieron, pero el mismo Gignac esta vez, a pesar de que fue constante, sus remates se estrellaron en la defensa y otros salieron desviados.
Herediano no arriesgaba y Tigres no cesaba en sus intentos.
Los felinos se toparon a un rival incómodo, que replegó sus líneas, que dio la impresión de no tener urgencia y que buscaba sorprender por medio de contragolpes.
Aquino con su habilidad llegaba al área visitante, pero sin tener resultados, porque aunque Sóbis remataba y el mismo Gignac hacía lo mismo, sus remates no cuajaban.
Tigres era incisivo, pero le costaba.
Ni las paredes ni los disparos de media distancia eran el remedio felino.
Bueno, ni aquel cabezazo de Rivas causó daño, porque el portero Moreira se lanzó y evitó la caída de su meta.
La única oportunidad en este lapso del Herediano fue aquel remate de Miranda, que Nahuel controló sin problemas.
Los felinos persistían, mientras que los ticos simplemente mantenían su esquema de defensa y así se fueron al descanso en un primer tiempo, en el cual a Tigres le faltó eficacia en sus avances.

LO DEMÁS
Mejoró el segundo tiempo, en el que Herediano adelantó líneas, fue un equipo más lanzado al frente, se olvidó de ser defensivo, mientras que Tigres seguía siendo el protagonista porque mantenía el balón en su poder.
La labor felina no cesaba, era de constantes amenazas, pero sin tener suerte en sus avances que terminaban en aproximaciones.
Gignac persistía. El francés insistía con sus remates, pero ni aquel remate de palomita fue la mejor opción porque el balón salió desviado.
Ingresó Damm, quien le dio más variedad al ataque, pero Jürgen falló la oportunidad que tuvo, y enseguida, Gignac nuevamente tuvo otra oportunidad pero su disparo fue bien controlado por el portero Moreira.
Tigres, inclusive, paseó el balón y su público llegó abuchearlo, pero su idea fue “jalar” al enemigo con el propósito de encontrar huecos, pero su esfuerzo resultó en vano y así terminó este duelo que por momentos fue cerrado y trabado en la media cancha.