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27, octubre 2015 - 8:30

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POR ALMA ROSA CAMACHO
FOTOS: JUAN RAMOS

CAMILO Sesto reapareció ante la prensa mexicana lleno de brillantes en su corbata como en su chaleco encima de su camisa larga que lo cubrió al inicio el saco de su traje gris claro. Está en México porque dará su último show del adiós “Todo de mí”, hoy en la Arena Ciudad de México y luego en Monterrey, tras una trayectoria de 51 años.
Luciendo una cabellera semilarga abundante, realmente de “melena”, quien se dijo un mexicano nacido en España, afirmó que no necesita del majestuoso Bellas Artes para despedirse de sus fans de aquí, ya que es de la idea de que cuando Joan Manuel Serrat o María Dolores Pradera pisaban ese escenario en su momento, él estaba en otros foros circunvecinos, y ahondó:
“Bellas Artes lo admiro, es lo más bonito que mis ojos han visto, pero hay sitios que son más grandes y más del pueblo como yo que soy del pueblo”.
Y aun cuando el cantautor y productor discográfico reconoció que llevaba muchos años de no pisar tierra mexicana, “no extrañé nada de México, porque todas esas vivencias de cada día, de cada año, siempre vienen conmigo donde quiera que voy y las vivencias son positivas. He tardado tanto en venir porque me rompí un pie y me lo tuve que arreglar; y por mi recuperación no llegaba aquí ni en otros países. Nunca es tarde si la dicha es buena. Afortunadamente mi pie está perfecto, la garganta maravillosa como siempre. Y los tengo a ustedes que son lo mejor que tengo, ya que ejercen su crítica exigente y es lo maravilloso de mi vida”.
Sesto resaltó que incluyó a México en su gira del adiós porque “me encuentro aquí para decirles cara a cara adiós, porque la próxima va a tardar. Estoy agradecido, agradecido, agradecido, como decía Pedro (Vargas)”.
Camilo, quien hace dos años sufrió un robo cuantioso de joyas, relojes y dinero en su casa de España, comentó al respecto: “Son momentos muy duros, con incertidumbre, pero la vida es así. Ahora todo va bien, ya pasé por dolores y sustos; pero aquí estoy”.
También contestó sobre si se ha hecho cirugías en el rostro:
“Como no me ven seguido, se sorprenden. Soy un ser normal y no sé por qué les causo sorpresa y si me ven mejor, qué bien. Esas preguntas frívolas -refiriéndose a las cirugías-, no significan nada frente a la grandeza de todo lo que hecho en mi vida, escrito, producido, compuesto, cantado, interpretado y lo que he vivido no sólo conmigo sino con otros artistas, no significa nada”.
Resaltó que si se retira de los escenarios es porque “ya estoy cansado de viajar, de dormir en los hoteles; ya quiero tranquilidad”, y que no dudará en seguir escribiendo canciones, como el hecho de terminar su nuevo libro de poesía, de cuyo contenido comentó: “Tendré que quitarle más de la mitad de lo que he escrito y no corre prisa, en su momento saldrá, quiero entregar un buen trabajo y no sacarlo por sacarlo”.
En torno a su hijo Camilo Jr., hizo saber que cuando él deje los escenarios, no estará a su lado porque no piensa vivir el ajetreo de los viajes, los vuelos y dormir en hoteles, simplemente confió que su vástago tiene que vivir su vida artística como personal, la que le toca a él: “Yo soy su padre y mi hijo me tiene desde el día que nació. Y qué padre o qué madre no haría lo que fuera por su hijo. Siempre he estado ahí. Sin embargo, sí lo puedo ayudar; pero tiene que ser él, como ha ido paso a pasito. Y en la medida que trabaje tiene que ser él. A mí me tiene como un referente. Ahora sólo soy su padre. A él y a todos les doy un consejo: que haga lo que haga, lo haga con amor y pasión”.
Entre otras cosas, manifestó que si no ha sido invitado por Juan Gabriel a hacer un dueto, es porque él no es del género de ranchero, pero si en algún momento le piden que produzca nuevos compactos; confió que sí lo hará, “en la medida que me requieran y sea útil, claro que sí, y si estoy de adorno, entonces no sirvo de nada”.
Camilo antes de despedirse de la prensa mexicana, mandó este mensaje ante los difíciles momentos que se viven de secuestros, violencia, robos…
“Simplemente abanderar la esperanza, que es sin duda la mejor palabra, porque la gente que vive sin esperanza, es no tener un futuro ni un presente y no le va a servir de nada el pasado. Tiene que ayudarse a sí mismo para que los demás lo ayuden y hacer las cosas con esperanza. Que no se sienta mediocre, hay que dar todo lo que tengas y recen por añadidura”.

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