POR ALMA ROSA CAMACHO

COMO escenario el Auditorio Nacional, la atmósfera festiva de calacas gigantescas, catrines y catrinas con el aroma de las flores de cempasúchil como marco de la celebración de Día de Muertos como fue ayer en México, que contrastó con los autos lujosos gris y el jaguar cobre que daban la bienvenida a los protagonistas de la cinta “007 Spectre” como Daniel Craig, Mónica Bellucci, Léa Seydoux, la mexicana primera “Chica Bond” Stephanie Sigman, Christoph Waltz, el solista inglés Sam Smith, quien interpreta el tema central “Writing’s on the wall”, Dave Bautista y el director Sam Mendes.
La elegancia en el vestir de la audiencia denotó que más que una proyección fílmica en premier se trataría de un concierto de gala orquestado por “el agente 007, James Bond”, por lo que realmente se vivió una noche de glamour de etiqueta con los caballeros y bellos diseños de vestidos en negro con gris, blancos y champagne de las damas cuando las estrellas de esta saga, la número 24, también deslumbraron con el tono rojo y blanco.
Ante una multitud congregada en las escalinatas del Auditorio Nacional desde muy temprana hora para apreciar el mejor evento del año en el Coloso de Reforma, llegó a México “007 Spectre”, tras su estreno mundial en Londres, París y Roma y que para el público en general será el miércoles 4 en las pantallas gigantes.
Daniel Craig arribó al Coloso de Reforma a las 19:18 horas de ayer y cerró la alfombra roja cerca de las 20:00 horas con algunos comentarios a la prensa nacional.
Afirmó que de las premieres de “007 Spectre”, se queda con la de México porque resultó de las más ruidosas ante el griterío de sus seguidores al verlo pasar enfundado en su traje gris claro.
Craig por cuarta ocasión, desde el lanzamiento de su cinta, no quiso afirmar, sino con un simple “no lo sé”, si estelarizará por quinta vez a James Bond, y sin embargo lleva nueve años con misiones secretas en la ficción.
El artista europeo confirma que no dudará en volver a México, debido a la calidez de la gente, porque se la pasó muy bien en las cuatro semanas de rodaje y no dudó que su presencia en tierra mexicana, “es una manera magnífica para terminar una película y festejar en la Ciudad de México”.
Mientras que Mónica Belluci y Léa Seydoux no dudaron en convivir con el público.