LEÓN.- Calurosa y sumamente ruidosa, resultó la llegada de las Chivas Rayadas del Guadalajara a la ciudad de León.
Al grito de ¡Chivas, Chivas!, la afición rojiblanca literalmente no se rajó, como bien lo dice el nuevo lema de la institución y aguantó a pie firme hasta el arribo de su Rebaño Sagrado que por segundo torneo consecutivo a llegado a la gran final de la Copa MX.
Con la playera bien puesta, el rostro pintado o la bandera en la mano, la nación chiva no dejó de gritar y mucho menos se inmutó cuando uno que otro curioso que circulaba por las inmediaciones del hotel, se atrevió a lanzar gritos de apoyo hacia los Esmeraldas de León, el rival en turno para este miércoles.
Minutos después de las 5 de la tarde, el autobús oficial de las Chivas hizo su aparición por el bulevar Adolfo López Mateos, perfectamente custodiado por un par de patrullas de las Fuerzas de Seguridad Públicas del Estado de Guanajuato.
Y con los rojiblancos a la vista, la locura quedó desatada y no era para menos, los minutos de espera valieron la pena ya que todos, absolutamente todos los jugadores rojiblancos, incluido su estratega Matías Almeyda, se detuvieron para firmar autógrafos y tomarse la foto del recuerdo con cuanto aficionado se los pidiera. (Jesse Villapando/ Fotos: Eduardo Maceira/ ESTO Bajío)