MÉRIDA.- La nadadora paralímpica Vianney Trejo Delgadillo reconoció que su hermano, Irmin, la inspiró para dedicarse a este deporte, disciplina que le ha dado alegrías y tristezas.
La sirena de 21 años, confesó durante el Abierto Mexicano de Para-Natación 2015, donde logró la marca para asistir a los Juegos Paralímpicos de Río 2016, que su hermano fue quien la involucró en el deporte.
“Mi hermano fue nadador convencional, empezó a competir y siempre que lo acompañaba me emocionaba. Me preguntaba porqué él sí y yo no. Sabía que existía la para-natación, pero no sabía cómo entrar. Entonces conseguí ir a mi primera competencia en el 2007, hasta metí a mi mamá de entrenadora y ahí obtuve cinco medallas de oro”.
A los ocho años de edad la deportista comenzó su historia en la alberca, luego de que los doctores le recomendaron terapias acuáticas por él asma que sufría, debido a que ese ejercicio le fortalecería sus pulmones.
Ahora con la marca que la llevará a la máxima competencia deportiva en Brasil, no quiere repetir lo más difícil de su carrera, participar en Londres con una lesión:
“Una semana antes de irnos, me caí de una camioneta y me esguince el pie, fui así, toda mi preparación se fue abajo, pero eso no fue impedimento para cumplir un sueño más”.
Trejo Delgadillo, quien se colocó entre las ocho mejores en Londres 2012, destacó que el momento en su carrera ha sido dar el tiempo mínimo para los Paralímpicos.
Para Vianney el 30 de diciembre del 2014 representa una fecha importante en su vida, luego de marcar su cuerpo con un hermoso recuerdo: “Me lo hice porque la natación siempre va a marcar mi vida, y sé que siempre estará en el corazón, pero quería que la demás gente supiera lo importante que es para mí, no solamente enseñárselo a las personas, también quería tener la marca por siempre”.
Con el apoyo de una familia y con grandes éxitos en su carrera, la sirena se ha ganado la confianza de cada persona del cuerpo técnico, y ahora buscará hacer historia en las aguas de Río 2016.