Con la tecnología de Google Traductor

Mira

15, noviembre 2015 - 22:11

┃ ESTO

nota-toros-fermin

POR HORACIO SOTO CASTRO
FOTOS: ALEJANDRO VILLA

FERMÍN Rivera se alzó como máximo triunfador de la cuarta corrida de la temporada en la Plaza México, cortando la única oreja de la tarde, luego de obligar al toro a embestir y poner de manifiesto su toreo clásico, sobrio y de gran templanza, que a la vez obligó a la concurrencia que le reconocieran su enorme capacidad con los gritos de “¡torero…!, ¡torero….! tras señalar un pinchazo y dejar un estoconazo para que el público ondeara los pañuelos blancos y a la vez, casi obligar al juez a otorgar la oreja.
Fermín le sacó la faena al toro Girasol, que se resistía a embestir por el peso que cargaba en los lomos, pero el potosino haciendo alarde de tesón y deseos de triunfar le pespunteó esa labor que rayó en su toreo clásico. Fue una faena inteligente en ir consintiendo al toro, dándole su tiempo y espacio y sacarle los muletazos que no tenía o que su mansedumbre no le permitía que le afloraran.
Seguramente previendo lo que le había visto a sus hermanos, desde que se abrió de capa se lo llevó a la zona de la querencia y de ahí se dio a torear con la derecha templando mucho los muletazos que fueron subiendo de tono, a pesar de que no había mucha ligazón. Pero no obstante que no había trabazón, los pases que lograba eran pinceladas de arte, dándole su reposo. Lo fue metiendo en el engaño y tejiendo lo que al final sería una faena de antología a un toro que no se la merecía, pues se rajó y se fue a refugiar en tablas. Ahí lo obligó a embestir a base de estar muy cerca, pisándole los terrenos prohibidos. Los naturales fueron de gran emotividad que puso de pie a los asistentes que veían cómo lo hacía embestir en un espacio reducido limitado entre el cuerpo del matador y la barrera.
Fermín ya tenía aseguradas las dos orejas, pero como siempre vino el desencanto al señalar un pinchazo y enseguida un estoconazo. Petición que se concede y dio la vuelta al ruedo entre cerrada ovación.
El primero lo pasó de capa y con la muleta se lo llevó a los medios con una embestida descompuesta y perdiendo las manitas de constante. Se dio a torear por la izquierda y logró muletazos, pero no con la limpieza que él acostumbra. No estuvo certero a la hora de matar y escuchó un aviso y pitos al toro.
Saludó en el tercio el subalterno Héctor García Ramírez por sensacional par de banderillas.

DIEGO URDIALES
El público le abrió los brazos al diestro español Diego Urdiales para recibirlo con gran simpatía y reconocimiento. Urdiales confirmó su alternativa con el toro 645 Personaje con 505 kilos, negro jirón delantero y logró torear superiormente a la verónica y cerrar la tanda con media. Vino la ceremonia para que Fermín Espinosa le confirmara la alternativa ante la presencia de Fermín Espinosa “Armillita IV”. Se fue a los medios y ahí empezó a realizar una faena más alta que su estatura. Se sublimó con ese toro con el que se acopló de inmediato y fue sumando tandas cortas de muletazos de gran calidad y temple y finalmente hizo una faena sublime por ambos lados. Se le vio seguro, tranquilo y mucho sitio, además de gran técnica. Tuvo momentos extraordinarios que le corearon. Se tiró a matar y cuando ya tenía el triunfo en la bolsa la espada se lo sacó y terminó su labor al tercer golpe de descabello. Fue el mejor toro del encierro y Urdiales lo aprovecho al máximo. Le hicieron dar la vuelta entre grandes ovaciones y palmas al toro que salvó la divisa de la ganadería de Bernaldo de Quirós.
Con su segundo resultó muy complicado quedándose corto, reculando y terminando con la cabeza arriba. Urdiales le intentó sin beneficio. Dos pinchazos y media. Pitos al toro y él se retiró en silencio.

“ARMILLITA IV”
En esta ocasión el aguascalentense Fermín Espinosa “Armillita IV” pechó con el lote más malo del encierro, pero él estuvo tesonero, buscando el triunfo y dejando ver sus cualidades. También anduvo tranquilo sin descomponer la figura. Su primero perdía las manitas y se caía de constante y poco había que hacerle y se lo hizo. Mal a la hora de matar y escuchó un aviso y pitos al toro. El que cerró plaza deslucido y perdiendo las manitas pues estaba mal de los cuartos traseros. Mató de estocada y no pasó a más.

ZENDEJAS
El rejoneador queretano puso de manifiesto sus adelantos de rejoneador muy certero y condujo hábilmente a sus finos equinos. Sin embargo no estuvo a la altura del magnífico toro de Fernando de la Mora, que fue bravo, pronto y de calidad. Tuvo momentos brillantes, pero sin redondear. Se vio que dejó llegar mucho al astado a los caballos que fueron trompicados en algunas ocasiones. Señaló antes de dejar un rejón trasero.
Bajó considerablemente la entrada con la baja de Enrique Ponce y se puede calcular que entraron unos doce mil espectadores.
El encierro de Bernaldo de Quirós bien presentado, pero de distintas pintas y disparejos en el desempeño. Sobresalió el llamado Personaje.