POR LUIS GARCIA OLIVO/@LGO2184
FOTO: JORGE BARRERA/@Estobarrera
ENVIADOS ESPECIALES

SAN PEDRO SULA.- Pasadas las 14 horas y recibidos únicamente por el famoso “Chihuahua”, el Santo y el pequeño Caramelo, la selección mexicana arribó a su hotel de concentración en esta ciudad catracha para su partido contra Honduras.
Provenientes del DF en vuelo charter, los mexicanos aterrizaron a las 13 horas en el aeropuerto internacional de San Pedro Sula, de inmediato fueron blindados por efectivos de seguridad que los sacó por una puerta alterna.
Una vez en el autobús comenzó el recorrido hacia el hotel de concentración en donde dos motocicletas y cuatro patrullas les hicieron marca personal.
Al hotel los esperaban medios de comunicación y los infaltables aficionados que los arroparon. Juan Carlos Osorio fue el primero en descender, de ahí le siguieron cada uno de los jugadores. A los lejos, “Chicharito” Hernández fue de los pocos que saludó junto a Andrés Guardado, Carlos Peña, Miguel Layún y el “Gallo” Vázquez.
El equipo de inmediato se dispuso a descansar y tomar sus alimentos, por la tarde reconoció la cancha del Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula.
Eso sí, siempre acompañados por la seguridad que les montó el gobierno del país y la del hotel en busca de tener una estancia llena de paz, pero que seguramente no tendrán en la cancha.

SEGURIDAD
México robó miradas a su llegada a Honduras.
Alrededor de 20 elementos de seguridad resguardaron a los jugadores mexicanos. El motivo fue claro, evitar cualquier desaguisado en contra de los dirigidos por Juan Carlos Osorio.
Personal de transito, seguridad pública y emergencia rodearon el inmueble. Nadie sin identificar pasó, incluso los medios se quedaron fuera.
Las medidas aumentaron debido a los ataques terroristas en Francia. Todo eso provoca un ajetreo que llama la atención por la seguridad que le imprimen a la selección más importante del área.