POR LUIS GARCÍA OLIVO/@LGO2184
FOTOS JORGE BARRERA/@Estobarrera y AFP
ENVIADOS ESPECIALES

SAN PEDRO SULA.- El brillo no caracteriza a México, pero sí efectivo.
El tiempo, la paciencia y los cambios le dieron la razón a Juan Carlos Osorio. Como buen metodista, el colombiano esperó el momento exacto para mover las piezas e iniciar la victoria ante una Honduras, que se hacía ganadora desde antes de tiempo.
“Tecatito” Corona y Jürgen Damm resultaron los cambios perfectos para que sus goles inclinar el partido a favor del Tricolor durante el complemento, 0-2 final.
La primera mitad se caracterizó por patadas y la fractura de Luis Garrido que mermó seriamente el ánimo catracho.
La postura Osorio se sobrepuso a la de su paisano. México consiguió sus primeros tres puntos como visitante. La ilusión de una eliminatoria tranquila está, pero a le resta camino, el Hexagonal final se ve cerca.
No obstante, el Tricolor se puede dar por complacido, derribó la jettatura de 22 años sin imponerse en Honduras, el triunfo cobró un doble valor.
Punto final de un año que para los nuestros fue lleno de altibajos.

EL JUEGO
Cuando parecía que México encontraba los callejones para entrar al área chica de los catrachos por conducto de Aquino, quien por izquierda generó varias de gol, además de los tiros-libres que fueron fuertes indicios, una mala caída sobre Luis Garrido detonó en la impactante fractura del hondureño, que por el simbolismo que representa el jugador, dejó a todo el Olímpico Metropolitano anonadado. En lugar de hablar más de futbol durante la primera parte, la lesión robó miradas. Y es que en la cancha los dos equipos se concentraron en un duelo cerrado, la mayoría a mitad de cancha.
Fue la misma estrategia de los técnicos colombianos, no dieron nada por perdido.
Treinta y cinco grados, que parecían el doble, le dieron la bienvenida a Juan Carlos Osorio y compañía. El entrenador nacional se la jugó con seis hombres base y cinco cambios respecto al choque contra los salvadoreños.
Aparente línea de cinco con Layún, Ayala, Reyes, Moreno y Alanís, pero Diego hacía labores a mitad de cancha, junto a él, Guardado y Herrera; abiertos aparecieron Raúl y Aquino; mientras que la única punta el aguerrido “Chícharo” Hernández.
Buscó nuevas llaves en pos de abrir el cerrojo catracho desde la primera mitad. Sin embargo, cual novato en eliminatorias, no supo hacerle frente a las incontables patadas con las que la Bicolor intentó frenarlos.
Jorge Luis Pinto le dio la mejor de las lecturas y supo jugarle a Osorio. A Layún y Alanís los contuvo por las laterales, y a “Chicharito” lo sacó de quicio en más de una ocasión. Mientras que Guardado y Herrera resultaron ser los más peligrosos de la primera parte. Los goles lastimosamente no cayeron y tuvieron que esperar hasta el complemento.
Ya con las nubes tapando los fuertes rayos de sol, la frescura arribó para el complemento en el Olímpico Metropolitano. La espera de que llevaran algo de beneficio para el cuadro azteca surgió, no se desesperó y volvió a plantarse en el terreno de juego.
No obstante, la posesión de la pelota y el dominio de la cancha se inclinó para los mexicanos. Juan Carlos Osorio comenzó a modificar sus líneas y una de ellas fue la de Aquino por “Tecatito” Corona.
Fresco, con piernas y con apenas seis minutos de haber entrado, el jugador del Porto remató con la derecha un pase que se convirtió en silencio puro para el campo hondureño.
Con poco llenadero, Osorio mandó a la banca a un “Chícharo” que acá no la metió, la velocidad de Damm y al igual que “Tecatito” su primera pelota que tocó la convirtió en gol. Disparo a quemarropa se incrustó en la meta de Valladares. Alegría mexicana y tristeza catracha.
En cuestión de minutos, los cambios le daban la razón a Juan Carlos Osorio, “Tecatito” y Damm pusieron tres puntos más para la causa mexicana en el camino a Rusia sin importar las miles de caras largas y con repudio del pueblo hondureño, que tras la caída pidió la cabeza del propio Pinto.
“Gallito” Vázquez completó la tercia de cambios para ahora defender el marcador, la tarea ya estaba hecha. México pudo quebrantar los casi 22 años sin ganar en esta plaza y Talavera ahogó la única de peligro de los hondureños, que en la última que tuvieron reflejaron que a ellos la presión les hizo una mala pasada. El Olímpico no se llenó y la cabeza de Pinto fue la más solicitada, sin importar que el otro bando celebró el triunfo.