Luis Miguel vivió una noche para el olvido el pasado miércoles y es que, tras cantar dos canciones, ‘el Sol’ optó por meterse a su camerino y cancelar el resto del recital ante el desconcierto del público que había asistido al Coloso de Reforma para ver a su ídolo.

Hoy era un nuevo día para el cantante, con la oportunidad de reivindicarse con su público; el reloj marcó las nueve de la noche y el show empezó. Luis Miguel saltó al escenario, cantó dos canciones y ante la incredulidad de la gente, lo volvió a hacer. Tomó su camino directo al camerino y dejó a la gente ahí.

Posteriormente el sonido local dio explicaciones de lo ocurrido, argumentando que Luis Miguel presentaba un cuadro de laringitis y que, a pesar de que había realizado un gran esfuerzo, no podía continuar con el recital.