Por: Gustavo Calderón Lara

EL juvenil de 20 años, Rubén García Jr., se consumó como campeón de campeones en la última fecha de la Nascar México Series celebrada en el “Súper Ovalo Chiapas”.

Con el asfalto del “Súper Ovalo Chiapas” caliente y la bandera verde ondeando en el aire iniciaron las últimas 200 vueltas del campeonato de la Nascar México Series, que le exigían, en su búsqueda por el ansiado trofeo automovilístico, una carrera espectacular a los cuatro integrantes del Desafío: Rubén García Jr., Rubén Rovelo, Rafael Martínez y Rodrigo Peralta.

Con lo acontecido como preámbulo, en el autódromo “Hermanos Rodríguez”, el piloto de la escudería Canel’s, Rubén García, lideraba la clasificación con un amplio margen de nueve puntos sobre su más cercano perseguidor, el ídolo de la afición chiapaneca, Rubén Rovelo.

Rebases milimétricos, maniobras atrevidas y técnica pura detrás del volante fue el resumen de la gran confrontación entre el “Patrullero” Rovelo y el juvenil García, por el ansiado primer puesto, a lo largo de las dos horas en que los bólidos transcurrieron la pista.

Alrededor de media competición, la suerte le jugó una mala pasada al piloto del auto número 28, proclamado local por la gente, y en su lucha por aventajar la primera posición sufrió un revés en la segunda curva del óvalo al tomarla demasiada abierta e impactar contra el muro de contención para después patinar a lo largo del asfalto. Sin embargo, ante el asombro y el apoyo de la afición chiapaneca, Rubén Rovelo retornó a la carrera y comenzó a retomar posiciones de una forma extraordinaria, mientras que García Jr., con toda la ventaja en sus manos se comenzó a rezagar entre los puestos cinco y diez de una manera estratégica para evitar la serie de colisiones que se comenzaron a suscitar en los primeros lugares.

Ante la entrega y decisión del todo o nada por parte de los pilotos, las tres primeras posiciones comenzaron a variar en demasía, ocasionando que la carrera viera un sinfín de banderas amarillas resultado de tantos accidentes.

Con nueve vueltas por correr Rovelo, alentado por la afición, volvió a la carga por el primer puesto, pero, para sorpresa de todos, su “patrulla” no aguantó el ritmo del piloto y colisionó de nueva cuenta; esta vez para no regresar a la carrera.

A la par de la ovación a Rubén Rovelo por su entrega, Rogelio López cruzó de tramite la línea de meta, seguido por el campeón Rubén García y Santiago Tovar consecutivamente.

Fue así como, Rubén García Jr., campeón de campeones Nascar, dejó todo en la pista de carreras y consolidó su esfuerzo con el premio máximo de la máxima competencia automovilística mexicana.

Tras agradecer al equipo, patrocinadores y familia, Rubén García habló para el diario de los deportitas y Esto dijo: “Me siento muy bien por el campeonato, es un sueño que tuve desde que tengo uso de razón, desde muy chico jugaba con mis coches y tenía el sueño de un típico niño, ser campeón de Nascar”.

En cuanto a lo accidentada y rígida que estaba la pista, el piloto campeón declaró: “La pista no te permite errores, por lo cual hice una carrera muy inteligente sin permitirnos error alguno”. Y continuó explicado la dura confrontación que tuvo contra el segundo lugar general: “En el cambio de llantas perdimos balance en el carro, entonces no quise arriesgar nada, sabía que Rubén Rovelo había tenido un contacto, por lo cual mi única meta era acabar la carrera”.

En fin, García Jr. pasará a la historia por ser el piloto que con menor edad ha ganado la Nascar México Series, y su futuro luce muy prometedor, “El próximo año es muy posible que siga corriendo Nascar México, tengo que defender el trofeo y después buscar proyectos en Estados Unidos. La fórmula uno nunca me ha pasado por la cabeza, yo estoy hecho para correr coches Nascar”. Finalizó Rubén.