POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

No ha sido un mal balance el que el matador Ernesto Javier “Calita” ha tenido este año en diversos ruedos de México, no con el número de festejos que todo torero quisiera torear, pero sí con la sustancia que se requiere para seguir creciendo en lo taurino y no dejar de provocar curiosidad en la afición y las propias empresas que le han contratado.

No ha sido sencillo entrar en el selecto grupo de los toreros que ocupan los escenarios más importantes, los lugares son cada vez más cerrados, sin embargo, “Calita” se está abriendo paso con el mejor apoderado del mundo: el triunfo. Quien este año le ha acompañado prácticamente en todos los festejos que ha toreado, lo cual le acentúa la confianza para que el próximo año las grandes empresas volteen a verlo para programarlo en sus seriales y así poder abrir la puerta de la Monumental Plaza México.

El pasado fin de semana el torero mexiquense consiguió un triunfo importante en la localidad de Jiquilpan, Michoacán, donde levantó las dos orejas de su primer toro y una más de su segundo, dejando en la arena dos faenas recias, lo que deja de manifiesto el crecimiento de “Calita”, y a su vez, que está en constante ensayo en el campo bravo y en el salón.

“En mi situación lo único que me queda es triunfar todos los días y gracias a Dios así ha sido; cuando no hay orejas ha sido por los fallos con la espada, pero lo importante es la dimensión que he dejado en cada tarde”, manifestó Ernesto Javier, quien por cierto se encontraba entrenando de salón.

“Lo de Jiquilpan ha sido muy positivo. El primer toro fue muy bueno (correspondieron al hierro de La Nave), con clase y mucha entrega y sobre todo con ritmo, lo cual facilita torear como uno lo siente, y la verdad es que lo pude entender bien y disfrutar. El segundo astado fue un poco más complejo, no obstante, me sentí muy capaz; pero ahí sí me pongo un tache por haber fallado con la espada y aún así corté una oreja”.

El torero señaló que en plaza chica o grande siempre se debe dejar de manifiesto a las empresas que se está vigente, “no me puedo perdonar una sola tarde e independientemente del resultado numérico el balance ha sido muy bueno en el sentido que lo hecho en el ruedo se ha destacado más”, apuntó.

-¿Este año qué tan bueno ha sido el balance?

“Dentro de las circunstancias, muy bueno, llevo una quincena de festejos y me quedan unos tres para cerrar el año, no es malo. Como tú sabes, el parteaguas siempre será la Plaza México, y aunque de momento no he podido anunciarme, considero que en provincia ha sido bueno lo sucedido”.

El diestro subrayó que su aprendizaje ha ido creciendo, ya que ha tenido muy buena aceptación entre los profesionales del toro, y eso, considera, es un indicador importante.

“Sobre todo con los ganaderos, a los cuales les agradezco mucho su confianza porque he tenido una notable actividad en el campo y eso ayuda para que uno avance y asimile más el toreo”, expresó.

-¿Qué esperarías para el año que entra?

“Hay proyectos muy ‘ilusionantes’ (Sic.), todo está en manos de Dios para que se concrete y que yo sepa aprovechar las cosas. Aparenta ser un año bonito, clave para que me catapulte a las principales ferias y buscar la Plaza México; tendré un año más para acumular méritos y ganarme mi lugar, mi camino está encaminado hacia allá”.

En los festejos que “Calita” ha actuado este año, prácticamente en la mitad ha salido a hombros, “el resto me lo ha frustrado la espada, pero fue más importante marcar la diferencia y un nivel importante, sobre todo en las ferias importantes como Autlán, La Petatera, Tlaxcala y Juriquilla, por nombrar algunas”, expuso.

Toda ilusión y con la cara arriba, Ernesto Javier “Calita” no desdeña absolutamente nada de este ciclo, por el contrario. Y para el siguiente tiene la firme voluntad de cambiar por completo su rumbo, no le será difícil, ya que los argumentos los está mostrando cada vez más contundentes.