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Mira

9, agosto 2014 - 21:40

┃ Luis García Olivo

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UNO de los pretextos para ir al Estadio Azul era ver ganar francamente al Cruz Azul y por qué no, observar a uno de los últimos ídolos del futbol mexicano en las canchas de nuestro balompié, Cuauhtémoc Blanco.

Sin embargo, el cuerpo técnico prefirió dejarlo en la banca, por lo que desde ahí contempló el tormento y una nueva derrota de su equipo, pero la hizo hasta de timonel, pues en par de ocasiones se levantó a dar instrucciones a sus compañeros.

La gente en las gradas sabe lo que representa el “Cuau” para México y para Cruz Azul, pues no se les olvida que también representó los colores de “archinemego”, América, pero con la causa mexicana sudo la Tricolor, por lo que la misma gente lo reconocía: “Honor a quien honor merece, es bueno que siga activo”, dijeron algunos aficionados.

A Blanco no se le dio jugar, pero al momento de salir a calentar o de ir a los vestidores, los mismos azules se le rindieron, pues si bien es jugador, hoy en día es una leyenda que vive sus últimos tiempos con la Franja del Puebla que está inmersa en el tema porcentual, por ende se quedó casi sin uñas debido a la intensidad que se le vio desde el banquillo técnico.

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