CORTESÍA DE JESÚS TEPEPA

DURANTE la primera parte de aquella añorada década ocho del siglo pasado, unas líneas decían algo así cómo durante un paro de taqueros Francisco “Mastuerzo” Barrios convertía su batería en una bataquería… Armando “Cucurrucucú” Vega Gil no más se le iba en puro llorar… Lo demás ha sido historia transformada en leyenda.
Hoy Botellita de Jerez, con esos dos carnales más Santiago Ojeda así como Sr. González, luego de diecisiete añotes se lanzan con disco nuevo bautizado -casi sacramentado- #Nopinchesmames con toda la carga de la que son capaces los botellucos.
“Ya fueron muchos años sin grabar, veintiuno de no entrar a un estudio porque hubo discos en vivo, nos encontramos sorprendidos porque fue un trabajo arduo de tres años; nos olvidamos del pasado que es confuso para estar en un presente más confuso aún, queremos un mejor futuro”.
Botellita es piedra angular del rock azteca, incluso mencionado por grupos nuevos y otros no tanto.
“Muchas bandas de ahora dicen estar influidas por nosotros, eso es halagador, estas bandas tienen una realidad distinta a la que vivimos nosotros en su momento, la característica combativa del rock se ha perdido”.
Algo es cierto: Botellita jamás se ha ido aunque alguna vez anunciaron un retiro que no se llevó a cabo.
“De alguna manera siempre hemos estado presentes, provenimos de algo distinto a lo frívolo que puede ser el espectáculo, no correspondemos a ello a pesar de haber entrado y salido de ahí, no es ni será nuestro universo”.
Durante años con felices días se la pasaron haciendo las mismas rolas ¡y todo mundo complacido!
“Vivir de la nostalgia puede ser cómodo, pero hay la necesidad de ser creativo, estamos en búsqueda de la canción que no existe, de la dramaturgia que no existe, es una contradicción pero hoy hacemos un guacarrock distinto”.
Rolas que se han transformado en estandartes.
“A veces si como que nos cansamos de tocar las mismas canciones, les damos vuelta, hacemos arreglos, queremos salir del atolladero, de nuestra zona de confort, urge salir da áhí, necesitamos decir cosas nuevas, es un reto sentir esa presión en un escenario”.
En vía de mientras cuando Botella tomaba asueto, hicieron ondas por separado.
“Cada quien tomó un camino, este disco decidimos hacerlo colectivo no con rolas de cada quien, es un concepto, una película para estarla viendo, con mucho es el mejor disco de Botellita, muy emocional porque se armó con canciones sueltas de una realidad actual”.
Quizá Botellita per sécula secuolorum.
“Hemos decidido vivir jóvenes hasta morir de viejos y seguimos forjando patria”.
El tiempo les ha alcanzado, se dan la mano y con #Nopinchesmames escriben su nueva historia.