POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA
FOTOS: ÉRIK ESTRELLA
ENVIADOS ESPECIALES

VERACRUZ.- Después de la tempestad viene la calma.
Una noche de pesadilla para los Pumas terminó, a las orillas del Golfo de México sirvieron para sanar las heridas.
Universidad, aún sacudido por la mordida del Tiburón que lo tiene lastimado, no dejó de trabajar, al contrario, aprovecharon su estancia en el Puerto jarocho para lamer sus heridas, el felino quiere estar listo para el domingo.
Sacudidos por la derrota, la UNAM volvió a los entrenamientos con el ya tradicional regenerativo. Caminar por la playa y estiramientos fueron los ejercicios que se realizaron en el hotel de concentración universitario.
El sol apenas comenzó a salir cuando Pumas ya estaba en la playa. Dolidos por la derrota, la mayoría se notaron cabizbajos, aunque sí hubo quien sonrió. La “Alegría” del equipo, Fidel Martínez, fue el más animado, pequeñas bromas y las típicas postales con los aficionados fue lo que el ecuatoriano regaló.
Más concentrado y con poco ánimo se encontró Darío Verón. El “Hechicero” se observó dolido, recordar que en el encuentro cojeó por unos minutos, pero nada evitará que esté en el Olímpico para la vuelta.
Uno de los pocos sonrientes fue Alejandro Palacios. “Pikolín” tuvo detalles con la gente: autógrafos y fotografías regaló el guardameta.
La playa fue testigo de un Puma lastimado, que horas después regresó al Distrito Federal, su casa, donde cerrará preparación hoy rumbo al choque ante Veracruz.
Pumas deberá de recuperarse, su cueva y miles de aficionados esperan que se levante.