TUXTLA GUTIÉRREZ.- Tigres se siente como en casa. El vuelo procedente de Monterrey arribó a la Selva en punto de las 5 de la tarde y en cuanto el avión abrió sus puertas el plantel felino descendió y salieron “disparados” al autobús que ya los esperaba.
Algunos amantes del balompié intentaron acercarse a sus ídolos, pero los guardias lo impidieron. Gignac, uno de los más acechados, mantuvo su escolta por cuatro guardias, mientras “Tuca” y compañía sólo saludaban con la mano al aire. Una vez que todos estuvieron a bordo, el camión los trasladó a su hotel de concentración donde un centenar de felinos ya los esperaba.
Los gritos de ¡Tigres, Tigres,Tigres! estremecían los cimientos del prestigioso hotel, pero en cuanto el autobús apareció, aquello se convirtió en un alboroto.
Las vallas colocadas por la seguridad del hotel impidieron que los seguidores se acercaran a los futbolistas, para obtener un autógrafo o una foto del recuerdo. ¡‘Tuca’, ‘Tuca’, ‘Tuca’! Alarido que desprendieron las gargantas arrebataron una sonrisa al ex técnico de la Selección Mexicana. Así fue como los nicolaítas llegaron a Tuxtla Gutiérrez para enfrentar al destino. (Tonatiuh G. Trujillo/Enviado especial).