Existe cierto automatismo para asociar el destino de Renault al de Fernando Alonso cada vez que el equipo de Enstone realiza un viraje en su organigrama o inicia un nuevo proyecto. La marca del rombo regresa como constructor en 2016 y es hasta lógico pensar en el español como una opción, pues es el único campeón del mundo con la marca gala en la historia de la Fórmula Uno.
Pero esta vez una tercera etapa en Renault no es una posibilidad que esté sobre la mesa, ni por parte del equipo, ni del propio Fernando, que ni se lo plantea.
Maldonado y Palmer serán los pilotos.
Es algo casi obligado por la situación de práctica quiebra en la que se adquiere Lotus. Pastor Maldonado sigue aportando los 40 millones de euros a través de PDVSA (Petróleos de Venezuela) y Jolyon Palmer, hijo del expiloto Jonathan Palmer, también llega con cheque. El joven de 24 años, flamante ganador de la GP2 en 2015, desembolsará una cantidad cercana a los 14 millones de euros gracias a varios patrocinadores.
El dinero manda y sería muy diferente si tuvieran que pagar a una figura como Alonso, cuyo sueldo en McLaren Honda bordea los 30 millones. Aunque Fernando aceptara rebajar sus emolumentos, Renault no es una apuesta inmediata para ganar, que sería lo único que podría hacer cambiar de aires de nuevo.
Situación similar a la de McLaren Honda
Desde Renault, su presidente habla de “tres años para poder ser competitivos”, una perspectiva muy parecida a la que afrontan en Woking. La realidad es que ambos monoplazas serán rivales directos la próxima temporada para luchar codo a codo en las carreras, si es que Honda consigue al menos una sensible mejora de rendimiento respecto a esta campaña.
Renault tiene una doble apuesta en 2016
La primera es diseñar un nuevo chasis para acoplar su unidad tras el fugaz paso de Mercedes. Desde hace meses ya hay técnicos llegados de Viry-Chatillon para realizar la transición. Se comenta también que Bob Bell, antiguo jefe técnico en la época de Alonso, regresará a Enstone como jefe del proyecto, tras ser asesor de Manor en 2015.
Red Bull recibirá el mismo material que Renault
El otro frente abierto de no privar a su cliente de todas las mejoras posibles es Renault, que piensa que Red Bull seguirá siendo su escaparate, por mucho que hayan decidido ponerle el nombre de TAG Heuer a los propulsores de 2016. El chasis de Milton Keynes volverá a ser uno de los mejores de la parrilla y es el lugar preciso para que Renault regrese al podio y a las victorias, gracias a todos esos tokens que no se han usado este año y que llegarán de golpe el próximo febrero.
La táctica de Mercedes de hacer varios niveles de rendimiento para sus clientes no parece que le interese en este momento al equipo francés.
Infiniti puede ser el patrocinador de Renault
El hecho de eliminar Renault en el nombre oficial de Red Bull para el próximo año, es un anticipo de la marcha de su principal patrocinador en las cuatro últimas temporadas. Se trata de Infiniti, la división de lujo de Nissan, hermana de Renault en lo empresarial.
Carlos Goshn podría decidir en breve que esos 45 millones que dejaban en el coche azul pasen ahora a su nuevo equipo. Al menos es lo más lógico. Red Bull, por su parte, realiza un cambio de cromos, pues TAG Heuer llegará pagando una cifra similar a la que aportaba Infiniti.