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10, diciembre 2015 - 11:02

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POR ALMA ROSA CAMACHO

DIEGO Torres al volver a México, a cinco años de ausencia musical, confirmó que más que hacerlo con una madurez como hombre, lo hace con nuevas experiencias infantiles, gracias a que en los dos últimos años de su existencia, tras nacer su primogénita Nina, lo ha hecho retornar a su niñez porque al jugar a escondidillas con su hija, lo hace revivir su infancia, que en más de las veces los adultos la dejamos en el baúl de los recuerdos.
En conferencia de prensa ayer, dos horas antes de dar su nuevo recital, el artista argentino desde México por medio de una empresa digital de música -Terra-, habló de su más reciente álbum que vino a lanzar en tierra azteca en directo, “Buena vida”, que contiene temas inéditos en coautoría con otros compositores y entre las que está la dedicada a Nina, ‘’Aquí estoy yo”, cuya letra maneja el encuentro de padre e hija, sin olvidar a la madre, la modelo Débora Bello.
Al informar que está concretando las fechas y países en los que abrirá su tour “Buena vida” 2016, expresó que sus nuevas melodías “se refieren a lo cotidiano que vivimos, a las reflexiones y a los diferentes matices en que nos encontramos entre las problemáticas diarias, sin dejar a un lado el amor a la pareja y ahora a los hijos, que es lo que vivo con Nina, porque estas canciones tienen muchos contrastes, porque la vida es un vals como dice mi letra en el amar, aunque te duela siempre es bueno el vivirlo, el sufrir, y en el amor también vas a pasar momentos de gozo y bienestar”.
Al ejemplificar que con la canción “Color de esperanza”, más que ver la vida en tono verde, sencillamente es en gris, y también lo hiló con lo que está viviendo su patria, Argentina, con el cambio de presidente.
“A Argentina le deseo lo mejor, como mi su país que es; está viviendo momentos de cambio y fortalezca, que va más allá de un sistema de quién gobierne. A Argentina le cuesta mucho el hecho de organizarse, aún no termina de organizarse para convivir tanto la iniciativa privada, pueblo y Estado, que es muy importante, para el equilibrio que uno quiere”.
Y reiteró el nominado a los pasados Grammy Latin sobre su paternidad gracias a Nina: “Lo estoy viviendo intensamente, viviendo el día a día, la paternidad te lleva a pensar en el día a día, no distraerte, estar conectado con el presente. El mejor presente es el momento y el momento a veces es bueno y malo”.
Y en torno al título “Buena vida”, reflexionó:
“Rescato de buena vida que no el que es millonario con yate y chicas. Buena vida es entender la vida como tal, aprender de la vida y transitar la vida y no que te pase encima y encontrar el equilibrio para la vida porque el color de la esperanza es el gris, tenemos que buscar el gris, de lo que hablamos de nosotros y hacemos para estar en equilibrio, y reitero: Argentina necesita el gris, no el tibio o frío, sino lo necesario para saber que lo que pasa con el terrorismo es para entender que pensamos diferente y no somos enemigos”.
Diego Torres habló que además de seguir manejando en su vida el buen sentido del humor, que lo conecta con sus amigos con quienes habla de futbol como de sus vidas cotidianas, le gusta hacer música con su piano y jugar con Nina a las escondidillas, porque “vuelvo a mi infancia, que la dejamos en el baúl de los recuerdos, y disfruto de la montaña, de esquiar en la nieve, porque me gusta el invierno de Argentina y trato de escaparme con mi familia y lo disfrutamos mucho”.

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