CORTESÍA DE JESÚS TEPEPA

AQUEL hombre parecía triste, taciturno… en la mirada se reflejaba un ayer lleno de nostalgia… en su mente viajó veintisiete años o quizá más hacia atrás… la noche era suya… nada ni nadie podría quitarle jamás sus rockuerdos… porque rockordar es volver a vivir aunque ha vivido siempre bajo los halos rockeros… el silencio se rompió… en un brevísimo instante esa melancolía se convirtió en inmensa felicidad al escuchar Rock en tu idioma sinfónico en Plaza Condesa…
El cofre de la magia se abría… una inmensa avalancha de fabulosos momentos inundaba la penumbra que se transmutaba en intensa luz porque los corazones se iluminaban… las almas resplandecieron… esos espíritus errantes formaban un gigantesco orfeón flotando alrededor de quienes hicieron posible esa realidad vuelta fantasía…
Ante sus ojos aparecieron como surgidos desde un sónico Olimpo: Sabo Romo, Kass, Gasú, Ibarra, Cala, Leo de Lozanne, Neón, Marciano -absolutamente terrícola- más otros rockeros quienes pudieron ver así como escuchar su eterna obra envuelta en fastuosos sonidos orquestales sinfónicos… las joyas de aquella corona lanzaron brillos…
Rockordar a esos Amantes de Lola quienes alguna vez hicieron palidecer al mismísimo INXS gritando al viento el amor incondicional… esa pasión transformada en himno, súplica, vivencia al Beber de tu sangre.
Volver a oír a esa Fobia… los insurrectos con imagen poco o nada convencional… fue una aparición invocatoria porque se trató de la visita del Diablo… sin embargo esta noche no fue maléfico, se unió a esa melancolía vestida de felicidad.
Alguna vez se llamaron Insólitas Imágenes de Aurora… se ataviaron de guerreros siendo Jaguares… pero siempre serán quienes las pueden todas… ¡Caifanes!… Sabo eleva la voz rogando irse a otra dimensión encerrado con dulces, no con piedras y llevando consigo una fotografía de la amada… ¡Mátenme porque me muero!
Se derrumbó una vieja Muralla Verde dentro de los seres siendo quizá duendes mágicos en una danza ritual, ceremonial, frenética, sinfónica… las luces de Neón emergen en medio de la casi imperceptible oscuridad clamando dentro de ese ayer los Juegos de amor…
Han pasado los años… esos años aún están… jamás se irán porque con Rock en tu idioma renacieron los pétalos de un arco-iris profundo, eterno… aunque Cala diga que es El Final, nunca será así porque se vuelve a vivir esta gran historia sin fin…