Madrid.- Un sorteo afortunado emparejó al Atlético de Madrid en los octavos de final de la Liga de Campeones con el PSV Eindhoven, el campeón de Holanda, y con el máximo goleador del curso en la Liga de ese país, Luuk de Jong, los desafíos para el imponente momento y la ambición del conjunto madrileño, favorito en el cruce.

Ni París Saint Germain ni Juventus ni Arsenal aparecieron en el camino del Atlético, mientras Gianni Infantino, secretario general de la UEFA; Giorgio Marchetti, director de competiciones; y el argentino Javier Zanetti, embajador de la final del próximo 24 de mayo en San Siro, agotaban las bolas de las copas del sorteo.

La undécima fue el PSV, la duodécima el Atlético, que se medirá a un conjunto ilustre, campeón de la Copa de Europa en 1988 con Guus Hiddink al mando entonces, con futbolistas en aquel equipo que eliminó al Real Madrid de la ‘Quinta del Buitre’ en semifinales como Hans Van Breukelen, Ronaldo Koeman, Soren Lerby o Wim Kieft, pero ahora a mucha distancia de aquel glorioso pasado en el torneo.

El mayor éxito de la historia, culminado en la tanda de penaltis de la final en el Neckarstadion de Stuttgart frente al Benfica, para el PSV, con mucho más pasado que presente y ganador de 22 títulos de la Liga holandesa, el último el pasado curso; de nueve de Copa y de uno más en Europa, el de la Copa de la UEFA que consiguió en 1978.

Es el primer club holandés que supera la fase de grupos del máximo torneo europeo desde 2006-07, cuando él mismo alcanzó los cuartos de final; un ejemplo de la pérdida de potencial del campeonato ‘oranje’ en los últimos tiempos, a la sombra de las grandes Ligas europeas de España, Alemania, Inglaterra o Italia.

Dirigido por el exfutbolista del Barcelona Phillip Cocu, en sus filas dispone de los mexicanos Héctor Moreno y Andrés Guardado, con pasado en la Liga española, y del máximo goleador de la presente campaña en Holanda: Luuk de Jong, autor de trece goles en 15 duelos, a los que añade otros dos tantos en la Liga de Campeones.

De origen suizo, hijo de profesionales del voleibol y desde niño en Holanda, con el que es internacional absoluto desde el 9 de febrero de 2011, es la referencia ofensiva y capitán del PSV, que le devolvió a la ‘Eredivisie’ hace un año. Había salido al Borussia Moenchengladbach tras sus 25 dianas en 2011-12 con el Twente.

El equipo holandés, tercero en la Liga de su país, a tres puntos del liderato del Ajax, después de diez triunfos, cinco empates y una derrota en dieciséis jornadas, no ha perdido en su casa ni en ese torneo ni en la Copa ni en la Liga de Campeones, en la que avanzó a octavos como segundo de su grupo, por delante del Manchester United.

No competía en la fase de grupos desde la temporada 2008-09. Precisamente en aquella temporada se enfrentó al Atlético, que le doblegó en ambos encuentros. En el estadio Phillips de Eindhoven, en el regreso del conjunto rojiblanco a la primera competición de clubes europea después de once años, se impuso por 0-3; en el Vicente Calderón venció por 2-1 a puerta cerrada, por la sanción que le impuso la UEFA por los incidentes de público frente al Marsella. EFE