MIAMI, Florida.- Los Gigantes de Nueva York fueron un rival incomodo para los cumpleañeros Delfines de Miami, quienes celebraron sus 50 años de historia, y le arruinaron sus festejos tras imponerse 31-24 en el Monday Night de la Semana 14.

El Sun Life Stadium vivió una fiesta en las celebraciones de su equipo, en donde al medio tiempo homenajearon a su máxima figura histórica, el ex quarterback Dan Marino.

Los Gigantes no iban a ser unos espectadores en la fiesta local y se lo remarcaron desde el inicio de la batalla. Dos jugadas le bastaron a su defensiva para dar el primer golpe de autoridad. Los neoyorquinos provocaron un fumble que a la postre les significó en los primeros tres tantos del partido.

Ya en desventaja y con Ryan Tannenhill dubitativo, como en toda la campaña, los Delfines buscaron abrir espacio por medio de su ataque terrestre y los encontraron para mover las cadenas constantemente. Dos acarreos de TD de Lamar Miller y un gol de campo de Andrew Faks, provocaron los aplausos del Sun Life Stadium.

Miami dominaba a placer a su rival hasta el despertar de Eli Manning. El quarterback neoyorkino iba a reaccionar en los minutos finales de la primera mitad y con dos envíos de anotación, el primero a Rueben Randle y el segundo a Will Tye, pusieron el 17-17 a falta de 44 segundos para el final de la primera mitad.

Para el complemento, el juego sufrió un cambio radical. Con ambas defensivas priorizando detener los ataques terrestres, el circo aéreo marcó el ritmo, y en ese sentido no hay mejor receptor en la NFL hoy en día que Odell Beckham Jr.

El estelar receptor de los Gigantes fue una amenaza para la secundaria de Miami y los castigó en dos ocasiones al llegar a la zona pometida. En corto y en largo fue indefendible para los esquineros rivales, Beckham terminó con siete recepciones para 166 yardas, mientras que el menor de los Manning completó 27 de 31 lanzamientos para 337 yardas y cuatro TD.

Aunque Tannenhill despertó con un touchdown a Kenny Stills, fue insuficiente para contrarrestar a la fabulosa dupla de los Gigantes.

Este fue el séptimo Monday Night consecutivo que se define pro siete puntos o menos.