POR HÉCTOR REYES

La promesa del ciclismo mexicano, Luis Enrique Lemus, quien dejó Estados Unidos después de cuatro temporadas para embarcarse en una nueva aventura en el primer equipo profesional representativo de Israel en la categoría continental: el Cycling Academy Team, vive su nueva experiencia dentro de un kibutz  -una comunidad agrícola israelí- durante sus primeros días de entrenamiento en el desierto sobre una distancia de 140 kilómetros.

“Tengo que admitir que cuando me dijeron que el campamento sería en un pequeño Kibutz en medio del desierto de Aravá, jamás me imagine que las rodadas fueran tan buenas.

Comenzamos rumbo al Mar Rojo, y al llegar se puede apreciar la diferencia entre Israel y Jordania, entre Eilat y Aqaba. Con el mar a nuestras espaldas nos adentramos a las montañas que hacen frontera con Egipto. Las vistas eran increíbles, incluso en el desierto, las subidas son duras, pero la vista vale la pena”.

Esta región denominada también el Valle de la Sal es mencionada en numerosas ocasiones en la Biblia y fue el paso de los hebreos en el éxodo desde Egipto a la Tierra Prometida. La misma que describe el ciclista originario de Aguascalientes contratado el mes pasado por el equipo de categoría continental y con proyección para llegar a las principales pruebas por etapas del ciclismo profesional en el 2017.

Una experiencia que considera única por el cambio de todo lo que había experimentado anteriormente. Destacó el paisaje, cultura e idioma. Desde el punto de vista deportivo “el campamento es para conocernos mejor y con los entrenamientos y actividades nos relacionamos más, aprendemos a trabajar como equipo”, mencionó el ciclista mexicano que debutará en el Tour de San Luis, Argentina, del 18 al 25 de enero. El equipo no tiene contemplado participar en la Vuelta a México.