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22, diciembre 2015 - 19:59

┃ ESTO

Nota-Box-Cobra Mendoza

POR JOSÉ LUIS CAMARILLO

TOKIO, Japón.- Luego de pasar la segunda mitad de 2013 y el primer semestre de 2014 en el retiro, decidido a no pelear más, Javier “La Cobra” Mendoza Ávila se redescubrió como boxeador de clase mundial, al escuchar a su esposa decirle que debería “ volver a hacer lo que más le gustaba”.

La principal causante del retorno con gloria del actual campeón universal minimosca de la FIB se llama Ana Muñoz, a quien conoce desde que estudiaban la secundaria y se hicieron novios, en Tijuana, Baja California. Su otra inspiración es su hija Angelique, de tres años de edad.

Mendoza se encuentra en estos momentos en Tokio, Japón, donde ESTO le acompaña desde su salida de la ciudad de México.

Consumada una meteórica coronación, Javier hará su segunda defensa el próximo martes 29 en el espectacular Ariake Colosseum. Su desafiante en turno es el ex monarca universal Akira Yaegashi, vencedor de Óscar Blanquet y Édgar Sosa.

“Estaba decepcionado del box, no había peleas, y era muy complicado llevar de comer a casa. Vivíamos al día, me conformaba con lo necesario para las necesidades más básicas. Entonces decidí irme a San Diego y después a Los Ángeles, donde trabajaba con un amigo, y ya nos iba mejor”, nos contó Javier, por iniciativa propia.

Fue a bordo de un Boeing 777-200 de American Airlines que se trasladó de la urbe angelina a la capital nipona. El vuelo del Distrito Federal a esa escala, para el trasbordo, duró tres horas y 35 minutos.

El trayecto de suelo de América a esta modernísima capital asiática tomó 12 horas y un minuto. Casi todo el tiempo se la pasó dormido en un asiento junto a una ventanilla.

Para cuidar su peso, sólo comió un poco de fruta, tomó algo de té y muy poquita agua. Casi al llegar, el joven entrenador Fernando Fernández le permitió tomar café a bordo del avión.

El legendario agente internacional de boxeo y periodista japonés Joe Koizumi fue a recogerlo al aeropuerto internacional de Narita, acompañado de su esposa. Koizumi es uno de los más prestigiosos hombres de boxeo en Asia y hace muchos años que su trayectoria lo convirtió en miembro del Salón de la Fama de Canastota, Nueva York, junto a inmortales de distintas épocas.

“Nací en Acapulco, Guerrero, pero de niño mi mamá nos llevó a Tijuana, donde crecí y me hice boxeador con el entrenador Víctor Manuel Godoy. Él me bautizó como ‘Cobra’ porque dice que mi golpe es rápido y exacto”, explicó Javier, quien es de guardia zurda y tiene 24 años de edad. Su palmarés muestra 24-2, 19 anestesiados.

 EL REGRESO

El consejo de su esposa para retomar su carrera junto a una llamada del entrenador y concertador de peleas tijuanense Conrado Guerrero lo llevaron a enfrentarse en forma directa al bajacaliforniano ex campeón del mundo Ramón “Príncipe” García por el vacante cetro ecuménico de la FIB, en septiembre de 2014 en Tijuana. Al cabo de 12 intensos asaltos, Mendoza escuchó una amplia decisión unánime a su favor. Ya era monarca del mundo.

En mayo de 2015 pasó una prueba tremenda contra su retador obligatorio, el filipino Milan Melindo, que llegó con marca de 32-1, 12 noqueados. El pleito fue altamente disputado y el tagalo recurrió a faules bajos que le costaron el descuento de dos puntos. El desenlace se dio en la sexta vuelta, cuando Mendoza y Melindo estaban cortados por choques de cabezas en ese round. Se recurrió a la decisión técnica y Javier dominaba ampliamente en las tarjetas, por lo que salió victorioso.

 PESCADOR

”Mi mayor afición es la pesca”, nos dijo. “Mi ilusión es comprarme un yate y dedicarme a lo que me gusta. En Japón fabrican el mejor hilo para pescar y también los mejores carretes. Voy a regresar bien surtido con ese material”.

Otra de sus preocupaciones al llegar a Tokio, aparte de completar los detalles finales de una extraordinaria preparación que le llevó a pasar poco más de seis semanas en el clima gélido del Centro Ceremonial Otomi, era adquirir equipo para gimnasio marca Winning.

Pero lo primero que quería comprarse era un par de zapatillas de pelea marca Mizuno para “poder ablandarlas” y usarlas en su combate contra Yaegashi.

Su esposa Ana tuvo oportunidad de platicar con él durante la brevísima escala en el aeropuerto de Los Ángeles. “Le prometí un nocaut sobre Yaegashi, y se lo voy a cumplir”, aseveró.

Otra de sus motivaciones es el respaldo que recibe de Érik Morales, quien goza de enorme popularidad y reconocimiento en Japón. No dejó de mencionar el apoyo del comisionado tijuanense Juan Carlos Pelayo, cuyas palabras de ánimo terminaron de persuadirlo para volver al ring  La llegada de Érik a Tokio está prevista para el próximo viernes.

 

 

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