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23, diciembre 2015 - 23:19

┃ ESTO

Paola Pliego

POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

Habilidad, energía y poder de espadachín.

Fuerza y mentalidad positiva es lo que representa la esgrimista Paola Pliego, quien anda en busca de su clasificación olímpica a Río de Janeiro.

“Esta disciplina ha sido no sólo un deporte, sino una actividad que me ha formado y preparado para enfrentar diferentes aspectos en mi vida; me ha enseñado a trabajar, a luchar por cumplir mis metas. Me ayudó a descubrir que sin disciplina no se puede avanzar y me enseñó que para aprender a caminar hay que caer mucho, pero además de que hay que levantarse y volver a intentarlo. Así quiero llegar a los Juegos Olímpicos, con entrega”.

Concentración, velocidad y buenos reflejos en el momento de las competencias son lo que representan los quinces años que lleva en esta actividad la queretana en la modalidad de sable.

“La esgrima me ha explicado en estos años que la única forma de verdaderamente fallar es cuando dejas de intentarlo. Por ello, me ha dado no sólo satisfacciones, sino grandes lecciones también. Pero a la vez me ha ofrecido verdaderas amistades. Además de saber quiénes no son tus partidarios”.

Paola sabe la responsabilidad que tiene junto a otras compañeras para estar en la justa veraniega, donde la esgrima mexicana hace muchos años que no se presenta.

“Para eso entrenamos, y cada día valoramos más el trabajo y el esfuerzo. De verdad es algo que no puedo comparar con nada más, porque además no da el más grande orgullo de representar a México. En competencias internacionales he tenido la posibilidad de mostrar el valor de la mujer mexicana y sus alcances”.

Por eso, para Pliego Lara, su mayor anhelo es que más niñas y jóvenes se adentren a su deporte.

“Es lo que me encantaría transmitirle a todas las niñas que empiezan a practicarlo. Decirles como le digo a mi hermanita Fernanda de 9 años: que siempre luchen, que no se rindan, ya que detrás de mucho trabajo siempre habrá un gran logro. Que nadie les diga que no pueden. Que persigan su sueño y lo hagan realidad; ‘Si tu mente lo puede concebir y tu corazón lo puede creer, entonces no descanses y lo podrás lograr'”.