POR RAFAEL HUESCA Y MIGUEL ÁNGEL MÚJICA
FOTOS: ÉRIK ESTRELLA

DESDE el lejano polo norte, Santa Claus está listo para llegar hoy por la noche.
Papá Noel llega a la casa de todos los niños con el ánimo de dejar alegría, sonrisas, ¿y por qué no?, muchos goles.
Este año, Santa se pintó con los colores de uno de los equipos grandes del futbol mexicano. Líder en la zaga de su escuadra, brilló en el pasado año por su fortaleza y experiencia.
Tal vez su traje será rojo y blanco, pero él tiene en el corazón el auriazul como estilo de vida.
Llenó de gozo a la gente de los Pumas, sin duda ya es un referente, pues tantos años en Universidad lo han reafirmado como un buen jugador y hasta una leyenda del club.
Perder la final del futbol mexicano no lo amargó, al contrario, aprendió de sus errores y ahora, con la liga y la Copa Libertadores en puerta, está listo para su revancha.
Muchos lo ubican sin cabello y un poco malhumorado, pero la verdad es que nada de eso es cierto. La barba y el cabello cano demuestran su experiencia, además su sonrisa y regalos lo emocionan, también fue pequeño.
En su natal Paraguay tiene recuerdos grandes. Agradecido con sus padres por los regalos que le otorgaron, en la actualidad, ya como padre quiere hacer felices a sus hijos.
Pero no sólo desea una feliz Navidad para su familia, también a todos los lectores de ESTO, a quienes invita a seguir las proezas de la UNAM.
No está exento de peticiones, para él, lo más importante es continuar con su historia y otorgar un nuevo campeonato a sus amados aficionados universitarios.
Listo para entrar en las casas de todos los niños, nuestro Santa Claus les desea una feliz Navidad a todos los fieles aficionados, no solamente a Pumas, sino al futbol, y claro, a los lectores del Diario de los Deportistas.