POR HORACIO SOTO CASTRO

El matador José Luis Angelino ya ha saboreado lo dulce de la miel y lo amargo de la hiel  y un tanto pensativo y convencido expresó que “ahora no hay que volver a experimentar esas situaciones. Empecé de cero este año que ha sido redondo para mi carrera y no me voy a bajar de ese gran escalón en que di un gran paso, al contrario, hay que superar ese nivel. Sé que es una gran responsabilidad, pero hay que esforzarse para alcanzar mayores alturas”.

José Luis angelino estuvo de visita en ESTO y la sonrisa no se le borraba del rostro, luego del triunfo que obtuvo el domingo en la Plaza México, cortando dos orejas y ser paseado a hombros.

Recordó el tlaxcalteca que del 2003 al 2006 todo era miel con triunfos en la México y después del 2008 vino la debacle y empezaron a escasear las corridas, incluso la gente, los empresarios se olvidaron de él y hasta quedó fuera de las ferias de su estado. Esa situación lo puso al borde muy malos pensamientos, pero supo recapacitar y buscar el sitio que tuvo.

“No fue una tarde fácil -retomó lo sucedido en la México- fue muy complicada y el ambiente que reinaba pudo subir de tono para mal. A pesar de que el matador Víctor Puerto  estuvo bien, al  público se puso de uñas al no ver faena y eso puso de malas a los aficionados. Luego vino el toro de San Marcos, que no era del encierro, y  se acentuó su actitud. No fue una tarde fácil y había que borrar ese clima. El toro fue muy serio, no dúctil y menos por el izquierdo, que se colaba feamente. Afortunadamente mi actitud  se encargó de hacer menos pesada la tarde. Estuvo bien con el capote, bien en el tercio de banderillas, y le saqué los muletazos y maté pronto para que se me concediera la oreja. Había que jugársela e ir por todas”.

A continuación agregó que una oreja no le servía para nada. Que no estaba conforme con ella  y quería más.

“Mi segundo – anotó- tenía 20 muletazos y se los di y la gente se me entregó por mi actitud  y por lo que estaba haciendo con el capote, banderillas y la faena. Volví a matar pronto y se otorgó la segunda oreja. Estoy contento con lo que hice y todo es producto de mi preparación taurina y mental”.

También reveló que tantas emociones no le permitieron conciliar el sueño pero toda su preparación tiene su recompensa y se reflejó en las orejas.

“Ha sido un año redondo para mí -añadió Angelino-. Toreé 24 corridas en México, más dos corridas en Ecuador y una en Colombia para hacer un total de 27 con resultados muy positivos que vinieron a culminar con las orejas de la México. Dos al principio de año en la temporada 2014 y dos en la 2015. Dos tardes en la Plaza México en el mismo año y en temporadas distintas, quiere decir mucho. Sobre todo que me enfrenté a corridas duras”.

Ahora su estado de ánimo es otro y ya tiene algunas fechas para el año que está por iniciarse: Empieza el 2016 toreando en San Cosme Xalostoc con Gerardo Rivera y toros de Zotoluca. El 4 en Yuriria, con Emiliano Gamero y Jorge Sotelo; el 17 en San Antonio Cuaxumulco en mano a mano con su hermano Angelino de Arriaga con toros de La Joya y García Méndez, el 18 en festival en Toluca y el 2 de febrero en  Campeche y ya está en pláticas para la feria de Apizaco.

Pero sus aspiraciones son regresar a la Plaza México esta temporada y regresar a España para torear en Las Ventas de Madrid.