Con la tecnología de Google Traductor

Mira

29, diciembre 2015 - 9:14

┃ Fernando Schwartz

nota-futm-america-equipo

LA lección más dura del 2015 la vivió el América. Las Águilas soñaron con un Mundial de Clubes que les salió al revés y en una Liga donde tenían para dar más pelea, fueron las indisciplinas y las peleas internas las que terminaron con sus aspiraciones, víctima de la indisciplina y en algunos casos claramente podríamos decir que la soberbia de su propio linaje terminó con las aspiraciones a eventos mayores.

El América con la continuidad de plantel que ha tenido bajo la dirigencia de Ricardo Peláez y el buen trabajo de Nacho Ambriz en el campo llegó a ilusionar y víctima de sus propios conflictos quedó varado en el camino. América como local no alcanzó la consistencia de torneos anteriores y como visitante fue aniquilador. Encontró un estilo definido de juego donde Ambriz priorizó lo colectivo sobre lo individual y no le tembló el pulso para mandar a la banca a quienes debía. Toleró bravura de sus jugadores, pero no midió consecuencias. Su único pecado fue la banca a Benedetto en el juego de ida frente a Pumas y que él mismo reconoció. Logró que Darwin mostrara lo que se esperaba de él y en el ‘Rifle’ encontró un refuerzo de lujo. Nacho capoteó contra viento y marea todas las críticas de las cuales fue acosado desde que llegó al América y desde mi punto de vista merecía la continuidad. Rubens renovado en el contrato que quería debe ser el capitán que marque la diferencia en la cancha, no sólo con su futbol, también con su ejemplo y actitud. Todo lo buen jugador que es de repente se pierde y esto no le viene nada bien al conjunto americanista. También hay que decirlo, el equipo está unido en torno a Nacho que recibió respaldo de jugadores y directiva sabiendo lo que se juega en este semestre del 2016 donde buscará ganar la Liga y también la Concacaf para aspirar a tener revancha en el Mundial de Clubes. América donde más sufrió es en su retaguardia. Esto no le puede volver a pasar. Goltz y Pablo Aguilar a veces se pasan de tueste y esto no le viene nada bien al conjunto americanista. Los refuerzos traídos, sobre todo Bryan Lozano levanta la esperanza en el medio del campo para dar más fortaleza y empuje a un equipo que tiene tendencia de ir al frente. La lección del 2015 es que América no debe dormirse en sus laureles, no pecar en su soberbia, aprender de sus errores y de sus arranques que a final de cuentas le costaron. Debe solidificar su presencia en la cancha del Azteca y sobre todo en el aspecto disciplinario tan mencionado no regalar absolutamente nada como lo hizo con amarillas y rojas en el semestre que pasó.