POR JOSÉ LUIS CAMARILLO

ENVIADO ESPECIAL

TOKIO, Japón.- Fue una pelea en la que ambos contendientes dejaron al público contento por su entrega en el ring del Ariake Colosseum. Este martes, el experimentado japonés Akira Yaegashi usó mucha velocidad y resistió los mejores impactos del zurdo mexicano Javier “Cobra” Mendoza para arrebatarle la corona mundial minimosca de la FIB mediante una clara y unánime decisión en 12 emotivos asaltos.

Ante un lleno en la moderna arena ubicada junto al Mar de Tokio, en Ariake, una población colindante con la capital japonesa, Mendoza comprendió desde el primer round que Yaegashi usaría una pelea de mucha rapidez, de movilidad de piernas y sorprendentes ráfagas, por lo cual no le quedó más que lanzarse a una ofensiva abierta, con insistencia en los golpes al cuerpo del oriental, que en ocasiones aparentó resentir esas puñaladas al abdomen, pero que regresaba al siguiente round con mayor energía aún.

Desde el primer giro, Mendoza hizo sangrar por la boca a Yaegashi, cuyo rostro terminaría muy lastimado, en especial su ojo izquierdo, el cual tenía cerrado y con una horrible inflamación. A cambio, Javier sufrió un corte en la ceja izquierda desde el quinto episodio que el joven experto en heridas Rigoberto Casillas trató muy bien para que la sangre no le molestara ni lo pusiera en peligro de una detención por ese motivo.

Hubo asaltos de alta intensidad, al pararse Akira en varias ocasiones a intercambiar misiles; sin embargo, el ahora triple campeón universal japonés utilizó una estrategia de pegar y moverse cuando Mendoza parecía acorralarlo y ponerlo a la distancia para asestarle sus golpes más letales.

Quizá el mejor asalto de Mendoza haya sido el cuarto, cuando penetró su larga zurda al estómago en distintas ocasiones y obligó a Akira a amarrar, pero el japonés cerró ese capítulo con veloz castigo a la cara del acapulqueño radicado en Tijuana para demostrar que estaba presente en la contienda.

En la sexta vuelta, que fue electrizante, Yaegashi sangraba en forma abundante por la nariz y de nuevo aguantó las descargas al cuerpo y las sólidas combinaciones contra su cabeza.

La octava ronda se desarrolló a un ritmo endemoniado. Yaegashi se fajó y supo mantenerse con movimiento suficiente para evitar que Mendoza pudiera concentrar sus ofensivas al cuerpo. A partir de entonces, Akira pegaba y se movía mucho, hasta ofrecer un undécimo episodio intento, en el que el nipón cerró con dañinas combinaciones que obligaron al nuestro a amarar.

En round 12 fue de dominio total de Yaegashi, quien lastimó a “La Cobra” con castigo a la cabeza y lo forzó a amarrarse. Bravío, Mendoza trató de salir del angustioso episodio lanzando impactos, pero Yaegashi no dio blanco fijo y todavía le asestó más golpes al de Tijuana. El campanazo final fue un alivio para Mendoza, que ya era abrumado.

El referí Kenny Chevalier hizo un gran trabajo y amonestó a Yaegashi cuando aplicó candados contra la nuca de Mendoza o lo enganchaba por el cuello para lanzarlo al piso, pero en general fue un combate limpio, con dos guerreros dando lo mejor de ambos.

Las puntuaciones de 117-111, 119-109 y 120-107 a favor de Akira no reflejan lo sucedido en el ring, si bien la victoria del nuevo rey minimosca de la FIB fue amplia e indiscutible.

Akira, de 32 años, previamente fue monarca mundial de peso mínimo de la WBA y mosca del WBC, y subió a 23-5, 12 nocauts. Javier, de 24 años y quien hacía su segunda defensa, quedó con 24-3, 19 noqueados. (Fotos: Cortesía de Atsushi Shima/Boxing-Beat)