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30, diciembre 2015 - 8:44

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UN año más que se nos va. Despedimos el 2015 como uno de los más intensos en cuanto a música se refiere, y qué decir a la realización de shows y conciertos. 365 días de constante vaivén, de suficiente actividad, y de mucha alegría, emoción y entretenimiento para toda la familia. México vivió y fue testigo de delirantes y explosivos espectáculos. Litros y litros de adrenalina, sudor y pasión se derramaron por todos los inmuebles operados por OCESA, la principal promotora de espectáculos de México y Latinoamérica.
Desde la pasión, simetría perfecta del Cirque du Soleil, pasando por el retorno y la visita por primera vez de legendarias agrupaciones y solistas como la Orquesta Buena Vista Social Club, Raphael, Ringo Starr, Santana y Neil Diamond, hasta llegar al estruendoso poderío de Judas Priest, el virtuosismo de Slash, la fuerza de Vicentico, la vitalidad de Miguel Bosé, la pasión de Marc Anthony, los beats del EDC (Electric Daysi Carnival), la fiesta y desparpajo del Festival Vive Latino, la fuerza y madurez de Los Fabulosos Cadillacs, la euforia de Pearl Jam y la emoción del Corona Capital.
Para abrir boca, el primer cuatrimestre del año estuvo a todo galope con la llegada del cantautor guatemalteco, amado por muchos y odiado por otros, Ricardo Arjona. La “fieska” se hizo presente de la mano de Los Auténticos Decadentes. La bachata llegó cortesía del rey de este género, Romeo Santos. Mientras que uno de los boricuas más cotizados y deseados por las féminas, Chayanne, conquistó miles de corazones. Mientras que uno de los proyectos tributos oficiales, Brit Floyd, hizo las delicias de los amantes al rock progresivo.
El rock indie lo asentó Interpol, los temas clásicos llegaron gracias a Journey. Los Imagine Dragons enloquecieron a la “chaviza”. Por otro lado, OV7 y Kabah emprendieron una gira en conjunto que puso a bailar a propios y extraños. Pablo Alborán se reafirmó como uno de los cantautores más importantes de la escena actual de España y Lindsey Stirling junto a su arma perfecta, el violín, derrochó su talento.
El segundo cuatrimestre del año dio cabida a grandes espectáculos como el Cirque du Soleil que cada dos años visita México para brindar al público los mejores espectáculos del arte circense. En esta ocasión Corteo hizo vibrar al respetable y la temporada en esta ocasión inició en Mérida, sitio que nunca había albergado a la Gran Carpa.
El cantautor argentino Luis Pescetti inició ésta etapa, y fue una verdadera sorpresa, pues agotó de manera casi inmediata el boletaje de su espectáculo dedicado para los más pequeños del hogar. Los que continuaron con su gira de inagotables éxitos fueron Emmanuel y Mijares, con su Twor Amigos 2, visitaron varias ciudades del interior de la República.
En esta temporada también tocó el turno a Violetta, el show argentino más exitoso de los últimos tiempos, que dentro de su gira de despedida visitó a los niños mexicanos para agradecer el cariño que recibieron durante sus emisiones. Y como era de esperarse, las adolescentes se volcaron llenas de júbilo para disfrutar de sus máximos ídolos los Backstreet Boys, quienes colgaron el letrero de Sold Out en cuatro ocasiones para el Coloso de Reforma.
El que regresó a México con un rotundo éxito fue Marc Anthony, quien también ofreció tres shows para el Auditorio Nacional. Por su parte, Enrique Iglesias no se quedó atrás, al reunir a 40 mil personas en el mismo recinto. Bandas como Judas Priest regresaron a escenarios mexicanos, para corroborar que siguen en el gusto de los mexicanos. Por su parte, La Cuca y Jarabe de Palo hicieron lo propio en el Teatro Metropólitan siempre, con un gran éxito.
La distancia hacia la meta de este maratón anual de conciertos continuaba acortándose y el último cuatrimestre del año pintaba para ser un cierre intenso, y sin reducir el paso, continuamos con la carrera. Tokio Hotel llegó al Pepsi Center WTC para satisfacer a miles de fanáticas que desde horas antes se establecieron fuera del inmueble creando filas enormes de seguidoras que pasarán a la historia gracias a su pasión y entrega. Artistas latinos demostraron nuevamente por qué han logrado consagrarse como referentes de la música contemporánea, tal es el caso de Carlos Vives o la dupla que lograron Jorge Muñiz y Carlos Cuevas, quienes se presentaron en el Auditorio Nacional y Teatro Metropólitan respectivamente.
Uno de los conciertos más inolvidables del año corrió a cargo de Sam Smith, quien casi de manera inmediata logró agotar las localidades para dos fechas en el Auditorio Nacional, recinto que lo vio conmoverse hasta las lágrimas debido a la abrumadora ovación que recibió por parte del público nacional. Caso similar vivió Mario Bautista, quien como era de esperarse vendió absolutamente todos los asientos del Teatro Metropolitan, creando una atmósfera de frenesí adolescente en el clásico inmueble del centro de la Ciudad.
Durante el ya tradicional “rocktubre” System Of a Down dio cátedra ante un completamente lleno Palacio de los Deportes, Blur hizo lo propio en el mismo inmueble el cual, demostró de nueva cuenta su versatilidad, al convertirse en una inmensa pista de baile cuando A State of Trance llegó de la mano de Armin Van Buuren y posteriormente cuando el Pop de Ariana Grande enloqueció a más de 16 mil fans. Durante el mismo mes el Festival Coordenada superó las expectativas en su segunda edición en la Ciudad de Guadalajara, con uno de los line-ups más balanceados y exitosos del país.
Durante noviembre el poder femenino se hizo presente, representado por Natalia Lafourcade, quien se presentó por primera vez en solitario en el Auditorio Nacional, logrando uno de los conciertos más importantes de su carrera; Carla Morrison quien se adueñó del Metropolitan y Yuridia y Ana Torroja, quienes regresaron al Coloso de Reforma para reencontrarse con sus fans.
La gozadera de los Amigos Invisibles, el Reggaer de Los Cafres y el poder de los Tigres del Norte se hicieron presentes en diciembre. Urbainca, un festivl único en su tipo llevó y el flow del reggaetón al Palacio de los Deportes y Ximena Sariñana y Siddhartha dieron el toque fresco y joven al Metropolitan este fin de año.
Zoé, demostró por qué es una de las bandas más representativas de su generación al abarrotar en cuatro ocasiones el Auditorio Nacional y los ya legendarios Caifanes fueron los encargados de poner el broche de oro a las actividades musicales del 2015.
Año con año, OCESA trabaja para superar los estándares del entretenimiento en vivo y llevar a la mayor cantidad de personas posibles, espectáculos de calidad mundial, con los más altos niveles de producción, audio e iluminación, todo con tecnología de punta y lo más importante de todo: el mejor talento nacional e internacional.
Sin duda, fue un gran año este 2015 para el mundo del entretenimiento, y 2 millones, 708 mil, 231 personas gozaron de los eventos que OCESA prepara año con año, para seguir con el liderato del mundo del entretenimiento.