BIEN empezó el año el subalterno Mauricio Martínez Kingston luego de permanecer once días en la Unidad de Cuidados Intensivos en estado inconsciente y cinco días en terapia intermedia, ayer ya fue instalado en piso o sea que ya está en su habitación y se puede decir en franca mejoría, pues ya le retiraron los tubos que tenía para respirar, ya ingiere alimentos sólidos, aunque todavía le mantienen el suero y antibióticos.
Las visitas y las entrevistas están canceladas y solamente pueden estar con él sus familiares.
Todavía no ha sido declarado fuera de peligro y su estado sigue siendo delicado, pues pueden venir complicaciones, ya que la cornada fue mortal y puso en peligro su vida y las intervenciones a que ha sido sometido han sido minuciosas, muy laboriosas por los estragos que sufrió en el tórax, pulmón y zona cardiaca.
Aún no se determina para cuando podrá recibir visitas y las entrevistas de prensa correspondientes. Esta cornada que sufrió el 17 de diciembre ha sido de las más graves que ha sido atendido un torero en los últimos años.
La otra la recibió el banderillero de la cuadrilla de Joselito Adame toreando en Zacatecas. Humberto Rojas, de Aguascalientes.
Tanto una como otra cornada han sido de las más caras. La de Rojas costó algo así como 750 mil pesos y la de Kingston ya ha llegado a un millón doscientos mil pesos. Pero lo que importa no es la parte económica, pues el aguascalentense salvó la vida y Martínez Kingston sigue luchando por ella. (HSC).