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3, enero 2016 - 21:53

┃ ESTO

Nota-Toros-Ignacio Garibay

POR HORACIO SOTO CASTRO

Ignacio Garibay recibió el 2016 con un luminoso triunfo al cortar las dos orejas del toro Ilusión de la ganadería de Arroyo Zarco y salió a hombros por la Puerta del Encierro para convertirse en el primer triunfador del año y colocarse dentro del marco de los vencedores de la decimosegunda corrida de la temporada, primera de este naciente año.

La ilusión que manifestó desde antes de la corrida no se borró de su estado anímico y ese imaginario deseo se hizo realidad y puso en la línea de la felicidad a los cinco mil asistentes al coso capitalino, que veían muy cerca la cuesta de enero, pues los pupilos del criador  Fernando Pérez Salazar no hacían abrigar esperanzas hasta que saltó a la arena el toro 156, Ilusión, con 511 kilos, cárdeno oscuro bragado, que además de que permitió ese grandioso triunfo al capitalino hizo que la divisa morada, amarilla y plata ondeara con mucha fuerza en el firmamento del embudo de Insurgentes y seguramente en toda la República.

En el inicio no se pensaba en el magnífico desempeño que iba a ofrecer ese astado al ser lanceado únicamente por Garibay por su desacompasada embestida, luego del puyacito que le dieron. En la faena de Garibay intervino su intelecto, ya que le ejecutó algunos ayudados, largos y templados. El diestro seguramente le vio las condiciones que tenía y lo dejó recuperarse dándole una pausa.

Y de ahí encontró la punta de la madeja y le ejecutó naturales buenos, rematados con el de pecho, y el toro se entregó sin reservas dejando al descubierto nobleza, clase y emotividad que arrancaron los olés de las concurrencia en los ayudados en redondo que realizó rematados con el de pecho y siguió por el lado contrario imponiendo su despaciosidad.  Y vino la faena con muletazos sueltos de un regusto extraordinario; pases por atrás por delante, cambio de mano y la plaza retumbaba con los coros triunfales. Se fue por derecho y cobró una sensacional estocada que hizo rodar sin puntilla a la res. Las dos orejas concede el juez y arrastre lento a ese magnífico astado, bravo y de calidad.

Vuelta triunfal a Ignacio que demostró su tauromaquia de siempre y que lo colocó en los primeros lugares del escalafón. Y ahí esta nuevamente ahora.

Ignacio Garibay ya lo había demostrado en su primero al reafirmar su brillante toreo de capa con lo variado de sus suertes que ejecutó. Y con la muleta paseos por ambos lados con temple y buen gusto, caminando muy tranquilo manteniendo siempre la distancia. El toro se vino a menos y se tiró a matar dejando una estocada caída. Tuvo petición que no se concedió y salió al tercio y lo obligaron a dar la vuelta en que se escucharon  los protestantes.

 

LOS ALTERNANTES

Ni Pedro Gutiérrez Lorenzo “El Capea” ni Mario Aguilar tuvieron toros que colaboraran al triunfo y sus deseos se estrellaron feamente, aunque dejaron ver destellos de su tauromaquia. “El Capea”, además, se vio un tanto rapidillo y se retiró en silencio en sus dos. Y Mario Aguilar pechó con lo malo del encierro y escuchó un aviso en su primero y el toro se rajó feamente y cortó por lo sano.