SIN recurrir a un número específico de puntos para lograr la salvación, el técnico de los Dorados, Luis Fernando Suárez, aseguró que a pesar de las dificultades que siempre tienen los equipos recién ascendidos y los cambios dramáticos que hubo en la plantilla, no tienen “disculpa” alguna como para no entregar resultados de manera casi inmediata.

El estratega se dijo satisfecho con la forma en que quedó resuelto el equipo sinaloense, aunque siempre con la duda de la rapidez con la que estará a tono. A pesar de esto último, el colombiano no busca una válvula de escape a la necesidad que tienen por sumar puntos desde la misma jornada uno cuando visite a Chiapas.

“Estamos en una situación en la que uno mira con buenas expectativas lo que pueda ocurrir”, comentó el estratega, quien hizo un análisis de lo que falló durante el torneo anterior: “El equipo era algo lento en las transiciones, no era muy ágil y ahora buscamos que gane en velocidad, después que haya una propuesta defensiva, que sea más sólido en la parte de atrás y hemos trabajado para ello”.

Con el presupuesto recortado y poco tiempo que existe en la pausa invernal, Suárez señaló que tuvieron “problemas normales al tener la necesidad de hacer cambios drásticos, hay una gran cantidad de jugadores nuevos, pero no vamos a tener disculpa por eso, debemos buscar que los últimos que llegaron tengan la adaptación lo más rápido posible”.

Para no entrar en una polémica que pudiera encender su entorno a futuro, el técnico de los Dorados prefirió mantenerse ajeno a los problemas y posibles soluciones en torno a la labor de los silbantes.

Y aun cuando se trata del torneo que define el descenso, explicó que “tengo como política y por salud mental no preocuparme en ese sentido de los árbitros)… sobre esa situación prefiero no emitir ningún concepto”.